Estados del Norte del México han sido un foco rojo de violencia, homicidios, feminicidios, levantamientos y escenario de enfrentamientos armados entre grupos delincuenciales que se disputan las plazas desde hace muchos años.
Sin embargo, tras la masacre de nueve miembros de las familias LeBarón, Miller y Langford el pasado 4 de noviembre en Bavispe, ciudad fronteriza entre Sonora y Chihuahua, estos estados han encendido las alarmas de las autoridades y la sociedad por la presencia del Cártel del Noreste.
Este grupo delictivo es el que estaría detrás del ataque que dejó a tres mujeres y seis niños muertos, mismo que tendría disputa con otros cárteles como el de Jalisco Nueva Generación y Los Metros.
Sonora y Chihuahua son los dos estados más grandes de México y ocupan el 22% del territorio nacional, además de ser rutas importantes de la droga hacia Estados Unidos, proveniente de Sinaloa y Durango.
Uno de cada seis homicidios que se perpetraron en el país durante 2019 se cometió en estos dos estados, concentrándose en 4 zonas:
- Ciudad Juárez y Guadalupe en Chihuahua, que están en la frontera con Estados Unidos y una de las rutas del narcotráfico
- Guadalupe y Calvo, Balleza, Morelos y Guachochi, que colindan con Durango y Sinaloa, y sirven como entrada de la droga desde Badiguarato hacia Estados Unidos.
- Ignacio Zaragoza. Madero, Temósachic, Sahuaripa y Nacori Chico, municipios que están en la frontera montañosa entre los dos estados.
- Empalme, Guaymas, Hermosillo, Pitiquito y Caborca, municipios de Sonora por los que también cruza la droga a EU y donde existe más narcomenudeo
México Evalúa analizó las diferentes dinámicas de violencia que afecta a estos dos estados, para que se puedan diseñar estrategias focalizadas para atender la problemática, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De enero a octubre de 2019, Chihuahua registró un ligero incremento en los delitos de alto impacto de 1.7% respecto al mismo periodo del año anterior; registrando un total de dos mil 153 homicidios dolosos.
Mientras que Sonora tuvo una leve disminución de 0.22%, sumando un total de mil 80 homicidios dolosos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2019, se estima que el 27% de los hogares de Chihuahua tuvo, al menos, una víctima de algún delito durante 2018, cifra por debajo del promedio nacional de 34%. Por el contrario, Sonora registró una cifra superior a la nacional: 36%.
Faltan policías
Pese a que 1 de cada 6 homicidios en el país se cometen en estos dos estados, sólo el 5% de los policías estatales y municipales están destinados para pacificar la zona. El gobierno federal ha manifestado que en Sonora faltan 2 mil 917 policías y en Chihuahua mil 817 para operar de manera óptima.
Además, la Guardia Nacional tiene despliegue en ocho coordinaciones territoriales, pero no está presente en municipios con altas tasas de homicidios y narcomenudeo.
Si bien la proporción de elementos de seguridad por cada mil habitantes está cerca de la media nacional, la estrategia de seguridad no está respondiendo de manera efectiva a las dinámicas de violencia del territorio.
México Evalúa concluye que ante el crecimiento de la violencia en un territorio tan extenso y diverso como la zona noreste del país, se requiere diseñar estrategias puntuales y redefinir el despliegue operativo de las fuerzas de seguridad para atender oportunamente las diferentes dinámicas de violencia y evitar así tragedias como la de la familia Le Barón.