La agrupación internacional de líderes progresistas de América Latina, Grupo de Puebla, expresó el miércoles 25 de diciembre su preocupación ante el aumento de fuerzas militares y policiales en los alrededores de la Embajada de México en La Paz, que acoge a los asilados políticos del gobierno de Evo Morales que debieron refugiarse en dicha sede diplomática.
A través de una declaración pública, el movimiento político –impulsado por el chileno Marco Enríquez-Ominami; el actual presidente de Argentina Alberto Fernández; y el ex ministro de Brasil, Aloizio Mercadante- acusó a “las fuerzas golpistas” de asediar, intimidar, hostigar y espiar “no solo a los asilados, sino que a toda la misión diplomática del país azteca”.
“Inclusive, el Gobierno de México denunció que su Embajadora en Bolivia fue retenida por unos momentos mientras se transportaba en un vehículo diplomático, con el objetivo de inspeccionarlo”, agregaron en la carta, asegurando que “el gobierno impuesto de Áñez no solamente violenta la dignidad y seguridad de los asilados, “sino que, además, pone en riesgo las relaciones diplomáticas de cooperación y de integración entre los países latinoamericanos, y coloca en puntos suspensivos los derechos internacionales, especialmente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
Por todo ello, el Grupo de Puebla –del cual Evo Morales y Álvaro García Linera también son miembros- rechazó el hostigamiento policial e instó “al gobierno golpista y provisorio a asegurar la integridad de las instalaciones diplomáticas y de las personas bajo su protección”.
La declaración pública fue firmada, entre otros, por los ex presidentes de Colombia, Paraguay, Ecuador y España Ernesto Samper, Fernando Lugo, Rafael Correa y José Luis Rodríguez Zapatero respectivamente. También se hizo parte el ex candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami; el ex ministro de Brasil Aloizio Mercadante; y el ex candidato presidencial de Uruguay Daniel Martínez.