Sonriendo. Así salía en la mayoría de sus fotografías Ingrid Escamilla, la joven de 25 años, asesinada por su pareja la noche del 8 de febrero en la colonia Vallejo de la alcaldía Gustavo A Madero en la Ciudad de México.
Erick Francisco “N”, de 46 años e ingeniero civil de profesión, la atacó y luego la descuartizó para ocultar su crimen. Otro feminicidio que conmociona a México y que suma a las estadísticas del horror, que en 2018 registró la cifra más alta de los últimos 29 años.
Ingrid tenía una vida activa en las redes sociales. Compartía sus aficiones y emociones más sinceras en Facebook, Instagram y Twitter. Allí la descubren todos ahora que su asesino está preso y se revelaron los detalles más escabrosos de su muerte.
En Facebook publicó el mismo 8 de febrero una nueva foto de perfil. Según el post, cerca de las 11:00 de la mañana, Ingrid Escamilla decidió compartir la imagen donde se le ve sonriendo. En la cuenta se describe como licenciada en Administración de Empresas Turísticas, con una maestría en Administración y “amante de la vida”.
En esta red social se hace evidente su afición por las películas de Harry Potter, a tal punto que bromea sobre su fanatismo que la dejaba sin amigos por preferir quedarse en casa viendo las cintas.
En otro post publicó una imagen de Las Reliquias de la Muerte, donde se explica la fábula de los tres hermanos a través de dibujos animados.
La sensibilidad social, el rostro más sincero de Ingrid Escamilla
Luis Miguel, Belanova y Liz Ferre también eran admirados por la entusiasta amante de los viajes. En Instagram, Ingrid Escamilla comparte el amor y admiración por su padre, fallecido en 2016, pero sobre todo su sensibilidad social que la convirtió en una protectora de animales y solidaria ciudadana de México.
Siempre publicaba fotos con sus tres perritos: Drogon, Frida y Vodka. Aquí sale paseando con Drogon por la avenida Presidente MasaryK, ubicada en la colonia Polanco de Ciudad de México.
“Insisto en que la verdadera muestra de amor, son ellos..”, escribió en otra publicación.
No solo amaba a los animales, también era sensible a las necesidades de sus prójimos. Por ello, no dudó en participar como voluntaria tras el terremoto de septiembre de 2017 para “reconstruir a México”.
El último viaje
Un paseo por el Nevado de Toluca fue su último viaje. “La primer conquista del año con mis personas favoritas”, dice en el post que subió el 29 de enero y, entonces, pedía más viajes así para este 2020.
Ingrid Escamilla era una apasionada del turismo como actividad comercial, siempre lo repetía. Pero sus afectos la llevaban siempre a un destino: Puebla. Nació allí, en el municipio Juan Galindo, y regresaba habitualmente para recordar a su padre.
En esta imagen tomada en la presa de Necaxa, contaba:
“Mi espíritu es viajero, deseoso de nuevas experiencias para cultivarme, pero siempre regresará al lugar en donde me crío mi padre y que ahora en el yace”.
En la mayoría de sus publicaciones compartía sus emociones y se mostraba alegre y positiva. Algunas están llenas de mensajes de condolencias y tristeza por su asesinato.
Sus palabras ahora parecen premonitorias y estremecen las redes sociales, donde la justicia se convierte en un reclamo unánime.
“Lo que hagas, hazlo de corazón. Tal vez la persona no se acuerde, pero la vida, sí”, decía en abril en 2019.
Nadie te olvidará.
En Publimetro TV
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