La audiencia de fianza en una corte federal de Nueva York para el mexicano Genaro García Luna, acusado de narcotráfico, terminó este jueves sin una decisión, tras lo cual el ex secretario de Seguridad Nacional bajo el Gobierno de Felipe Calderón regresó a la prisión donde se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad de las que se ha quejado su abogado.
El juez Robert M. Levy otorgó más tiempo al abogado César de Castro, defensa de García Luna, para que presente otra propuesta de fianza a la Corte Federal para el Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, donde se le juzga, luego de que dos de las tres personas que le respaldaban se retiraron del caso.
García Luna, que fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), y detenido el pasado 9 de diciembre en Dallas (Texas), está acusado de tres cargos de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos y otro por falso testimonio, de los que García Luna se ha declarado no culpable.
De Castro indicó en una conferencia de prensa tras la audiencia que esta tarde enviaría su nueva propuesta, de mayor cantidad y que no precisó, pero dijo que su cliente tiene una propiedad, que según el Gobierno está valorada en 1.2 millones de dólares, que puede respaldar la fianza y que también cuenta con más personas que le pueden avalar.
«Voy a presentar una nueva solicitud de fianza», insistió el abogado, que anticipó que podría estar nuevamente mañana en la corte para que su propuesta sea evaluada por el juez. También aseguró que éste no tiene dinero en efectivo, pero sí activos a los que puede recurrir para la fianza.
Respaldo a García Luna
El pasado martes, De Castro envió una carta a la corte proponiendo que su cliente sea puesto en libertad bajo fianza de un millón de dólares, respaldada por tres personas que no han sido identificadas, y por propiedades, por lo que el tribunal convocó hoy la audiencia para evaluar ese pedido.
En la misiva argumentó que García Luna no representa un riesgo de fuga por varias razones, entre las que citó que entregó su pasaporte y tarjeta de residente al Gobierno, su esposa e hijos están en Estados Unidos, donde vive desde el 2012 y que tiene propiedades.
Además aseguró que no escaparía a su país, donde sería arrestado y juzgado.
La Fiscalía, por contra, mantiene su rechazo a que se le otorgue fianza al mexicano, alegando que supone un «riesgo de fuga inaceptable». Además indicó a la corte que un millón de dólares no es suficiente y que recibieron un correo electrónico de dos de las personas que avalaban esa propuesta de fianza informando de su decisión de no hacerlo.
Las finanzas de la tercera persona fueron cuestionadas por la Fiscalía, que alega no tiene suficientes ingresos para respaldar la propuesta de la defensa para que el ex jefe de Seguridad de México sea dejado en libertad.
En una carta registrada en el juzgado horas antes de la audiencia de este jueves, la Fiscalía argumentó que la «combinación de condiciones propuestas por el acusado para su libertad antes del juicio es lamentablemente inadecuada para asegurar que siga presentándose ante el juez (Brian) Cogan» que presidirá el juicio, y solicitó que se le mantenga detenido.
La Fiscalía señaló además al tribunal, en respuesta a la propuesta del abogado, que García Luna «tiene la capacidad de escapar y un sobresaliente incentivo para hacerlo» porque se enfrenta a entre cinco años y cadena perpetua por los cargos de los que le acusa la autoridad, y además «la fuerza de las pruebas del Gobierno se ha incrementado» con nuevos testigos que declararán sobre su relación con el Cartel de Sinaloa.
García Luna, vestido con pantalón verde caqui y camisa caqui del Metropolitan Detention Center en Brooklyn, donde se encuentra, y sus manos entrelazadas a su espalda, seguía la audiencia a través de un intérprete en presencia de su esposa e hija, a quienes lanzó un beso al finalizar la vista, de una media hora.