La cifra oficial que dio a conocer el gobierno de la Ciudad de México ha sido duramente criticada por las mujeres que salieron a marcar por el Día Internacional de la Mujer, quienes consideraron, se quedó corta con la afluencia percibida.
A las 16:23 horas de ayer la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC-CDMX ) reveló en un comunicado de prensa que fueron 80 mil personas que se congregaron en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, avenida Juárez y calles aledañas que conectan con el Zócalo.
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Sin embargo, usuarios en redes sociales cuestionaron el reporte final, en donde mostraron una serie de fotografías con la participación de miles de manifestaciones en el primer cuadro de la ciudad.
Publimetro realizó un calculó de la trayectoria de las manifestaciones que se registraron desde las primeras horas del día autodenominado “8M”, la cual comprende de 12.1 hectáreas desde la salida del Monumento a la Revolución hasta la Antimonumenta que fue erigido al frente del Palacio de Bellas Artes.
La cifra convertida en metros cuadrados arroja que en este espacio — en la que desfilaron colectivos, organizaciones civiles y miles de mujeres — pudieron reunirse 121 mil personas en tránsito como mínimo, data que dista por 40 mil personas al reporte final de la dependencia local.
El fotógrafo Santiago Arau colgó la primera foto aérea del Monumento de la Revolución después del anuncio de la SSC-CDMX, la cual lució abarrotada por las mujeres que portaron el morado como color distintivo.
“No sé cómo hicieron el conteo de las 80 mil asistentes, pero si la intención es minimizar la voz de las mujeres quiere decir que en el gobierno de @Claudiashein no entendieron nada”, criticaron usuarios en Twitter.
Horas más tarde, Arau publicó en sus cuentas personales otra postal desde las alturas pero ahora de la Alameda Central, en la que se quedaron se percibieron pocos espacios libres en el caminar de las inconformes.
Al respecto, Carlos Flores, integrante del departamento de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisó que históricamente los gobiernos locales y federales han minimizado protestas y manifestaciones a gran escala con el objetivo de apagar la crítica.
“No es un acto aislado, es una práctica común de todos los gobiernos a nivel mundial con la idea central de minimizar lo que se exige; en este caso un cese a la violencia en contra de las mujeres y que, por supuesto, incumbe al gobierno local y la administración federal”, externó el académico.