Martha ¿A qué atribuyes que haya tanta curiosidad por la vida de Luis Miguel, es el público que así lo ha demandado o son los medios quienes se han encargado de crear un mito a su alrededor?
—Te voy a decir lo que realmente pienso: el culpable de todo es Luis Miguel; él, sin planearlo mucho, quiso que fuera así porque cuando se dio cuenta que por ahí iba la cosa por ahí se siguió. Creo que de los mayores aciertos que ha tenido en su vida, y en su carrera, ha sido construirse esa imagen y ese misterio alrededor de su vida, porque con ningún artista pasa eso.
Si vas por la calle y te lo encuentras, aunque no te guste, seguramente te impresiona y es algo que vas a comentar. No pasa con ningún otro artista y él se encargó de hacerlo, creo que esto empezó cuando lo manejaba Hugo López, cuando apenas tenía 20 años, les funcionó y además, con el éxito que tuvo y la figura que se convirtió, lo guapo y tanta gente detrás de él, prensa, fans y público, habrá pensado “mejor me guardo”. Creo que es lo mejor que ha hecho en su carrera.
Con tu libro Micky, un Tributo Diferente ¿Qué descubriste del cantante que no se hubiera ventilado ya en otros libros sobre el artista?
—Lo que se quiso hacer con este libro fue como un homenaje a sus años de carrera artística, justamente cuando cumplía 30 años de ella, y nunca se pensó que fuera de indiscreciones ni de cosas extrañas y como que se fusionó la cercanía que yo tenía con él, después de tantos años cubriéndolo.
Quisimos abordar los logros de su carrera y hacerlo de una manera distinta y no nada más una recopilación de boletines de prensa de ha ganado tantos premios y ha hecho esto y lo otro. Yo conozco a Luis Miguel como un artista, que no sé si mucha gente conoce, o sea, he estado en el backstage de Luis Miguel y es impresionante por la cantidad de personas que hay ahí, te puedo decir que hay hasta abogados.
Muchas veces, cuando actuaba en el Auditorio Nacional, había un saloncito tipo guardería, donde si tú te asomabas mientras estaba cantando, había cinco o seis niñitos ahí sentados, dibujando o comiendo dulces y coloreando porque eran los hijos de alguien del staff o de algún músico. A Luis Miguel le fascinaba, antes de empezar su show, pasar y saludar a los niñitos, ahí en su camerino. Un día alguien del staff se llevó a mi hijo con los demás niños y llegó encantado diciéndome ‘mamá, ese señor que estaba cantando llegó y nos dio unos dulces’.
Luis Miguel es un profesional enorme, aunque los últimos años se empezó a dudar mucho de eso y él hizo algunas cosas como para darles la razón como cuando empezó a faltar a los conciertos y presentarse en mal estado y a cancelar conciertos, pero en los años anteriores, de verdad que siempre tuvo un comportamiento bastante profesional. Es alguien que siempre ensaya por más que ya se sepa las canciones y las haya cantado millones de veces. La checa y la ve con sus músicos, cuando está en el estudio se la pasa metido atento a los detalles, no es del tipo que delega, sino que se involucra en todo el proceso. Un día lo vi en España, después de un concierto y me encontré con él en la suite de su hotel y estaba ensayando No sé tú porque se iba a Mónaco y no quería equivocarse al cantarla, ese es Luis Miguel, el artista.
Del cantante se han dicho muchas cosas, de las últimas que ha caído en desgracia y la serie de Netflix lo vino a resucitar ¿Tú compartes esta opinión?
—A mí si me gusta mucho y más que su música, su voz, y sí creo que no hay nadie que cante como él por esa voz tan maravillosa y que, a pesar de todo aún conserva. Creo que lo que le faltó en los últimos años fue buscarse un mejor equipo de trabajo, en el sentido de productores, compositores, y a él, por su parte, dejarse dirigir y delegar un poco en la dirección musical. Creo que cuando te gusta un artista quieres ir a verlo por sus canciones que escuchaste hace varios años y no para que se ponga hacer remixes o inventar una versión tipo reguetón. Esto es lo que pasa con Luis Miguel, para sus fans no importa que no cambie porque siempre quieren oír las mismas canciones, además, tiene un repertorio interesante.Ahora que estoy en la cuarentena y arreglando unos cajones me encontré mis CD’s de Luis Miguel y la verdad es que no pude decidir cuál es el mejor de todos: 20 años, Busca una mujer o Romances, por mencionarte solamente algunos. Tiene discos muy buenos y lo que pasa es que la gente que no es fan se aburre de seguirlo, pero si te pones a ver un poco la carrera de todos los cantantes así es. Nunca vi cantar a Vicente Fernández una de Shakira para verse moderno, siempre cantó lo que a él y a su público le gustaba hasta que se retiró.
No veo por qué Luis Miguel hubiera tenido que cambiar de estilo, a lo mejor sí de director musical para que dentro de lo suyo surgieran cosas más padres. Martha Figueroa, periodista de espectáculos
Conociendo al personaje desde ya hace varios años ¿qué consideras que le hace falta para figurar en la escena pública como otros cantantes de su generación que se han mantenido constantes?
—Un poco lo que hablamos, que le falta dirección musical y al no tener esto pues debería armar un plan de grabaciones, de producciones, de giras, en fin, la cosa es armar un plan que le indique hacia dónde ir. Cuando lo dirigió Hugo López, Luis Miguel estaba increíble pues sumaba todo su talento a lo que sabía hacer Hugo y el resultado fue grandioso. Le falta eso, tener un buen manager que desde hace muchos años no ha tenido.
Por último ¿cuál es tu opinión sobre el artista y el ser humano, le ha resultado muy difícil llevar a la par estas dos facetas?
—Yo creo que es el mismo, ese que ves en el escenario en realidad así es su persona. Le gusta andar en su barco, le gusta traer su sombrero y le gustan sus botellas de vino y le gustan las chavas…¡eso es lo que le gusta! Le gusta viajar, el cine, los coches y la buena vida, pero lo que más le gusta es cantar y estar en el escenario, todo lo demás creo que ni le importa. Así que no creo que no sea alguien transparente, no inventa ni se esconde o se pone hacer otras cosas como para que pensemos que le gusta el deporte. Así es Luis Miguel.