Un importante brote de coronavirus se propagó en abril por la Central de Abasto de Ciudad de México, uno de los mercados mayoristas de alimentos más grandes del mundo, alcanzando un pico de 202 casos diarios a finales de mayo.
En junio, tras convertirse en uno de los puntos críticos del Covid-19 en México, el mercado tuvo que cerrar parcialmente sus puertas por primera vez en casi 40 años.
La Central de Abasto vuelve a funcionar a pleno rendimiento, como muestran las imágenes grabadas el domingo, con unas 400 mil personas pasando por sus instalaciones cada día.
Tras una limpieza a fondo, y después de que los funcionarios y los epidemiólogos de la ciudad pusieran en práctica un programa de pruebas, aislamiento y rastreo, la cantidad de casos en el mercado finalmente disminuyó.
Sin embargo, todavía se considera una «zona altamente contagiosa», como advierte una pancarta en la entrada del mercado.
Con 90 mil empleados, el mercado proporciona la mayor parte de los alimentos frescos para los 22 millones de habitantes de Ciudad de México.
Tiene una superficie equivalente a 611 campos de fútbol y cuenta con 11 gasolineras, dos centros comerciales y unos 200 agentes de seguridad.
La Central de Abasto se encuentra en el distrito de Iztapalapa, la zona más afectada por el coronavirus de la Ciudad de México.
Hasta el lunes, más de 79 mil personas habían muerto por coronavirus en el país, y se registraban más de 761 mil casos positivos, según las autoridades sanitarias de México.
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