Luego de darse a conocer el triunfo del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y encaminarse a la Casa Blanca por los próximos cuatro años, el nombre de Jill Biden, esposa del mandatario electo también ha comenzado a dar de qué hablar debido a que formará parte de un hecho histórico.
Jill Biden es profesora, y pese a que ocupará el cargo de primera dama de los Estados Unidos no dejará de ejercer su profesión, con lo cual, de esta manera se convertirá en la única primera dama en la historia del país norteamericano en contar con un trabajo remunerado fuera de los cargos presidenciales.
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De esta manera, la profesora de 69 años de edad y ahora futura primera dama de Estados Unidos, continuará con su labor académica, tal y como ya sucedió en el pasado cuando Joe Biden asumió como vicepresidente, mientras que ella continuó como maestra.
“Soy una mujer trabajadora. Enseñar es mi pasión, es lo que amo hacer. Ha sido mi carrera y el mayor foco de mi vida, así que puedo manejarlo y hacer todo lo que las primeras damas quieren hacer”, explicó Jill Biden en entrevista con Vogue.
Esta situación tiene cierta relación con lo que acontece en México con Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien también realiza labores académicas como docente, aunque ella rechazó el título de primera dama de México.
Beatriz Gutiérrez Müller decidió dejar de lado el cargo de primera dama y enfocarse de lleno a su labor como académica, lo cual la ha llevado a hacerse del cargo de presidenta honoraria del Consejo de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural, debido a sus aportes como historiadora en México.
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Cabe resaltar que recientemente Beatriz Gutiérrez Müller fue nombrada investigadora nivel 1 en el Sistema Nacional de investigadores.
De esta manera, las esposas de los presidentes de Estados Unidos y México tendrán un aspecto en común, el cual es su pasión por las actividades académicas y la enseñanza, lo cual pocas veces se ve en gobiernos a nivel mundial, debido a que en muchas ocasiones las esposas de los mandatarios renuncian a sus vocaciones para asumir el cargo de primera dama.
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