En Puebla se atienden a cuatro mil personas que han sido contagiadas del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), y se sabe que durante la pandemia dos personas con SIDA han fallecido a causa del Covid-19.
En conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Salud en Puebla, Antonio Martínez García dio a conocer que se registran en promedio 300 contagios al año; no obstante, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en lo que va del 2020 se tienen registro de 419 nuevas personas infectadas.
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El mayor número de casos se ha dado en el sexo masculino, 275 del total se encuentran en estadío clínico 1, es decir que están en buena etapa para iniciar su tratamiento; de ahí, 79 se encuentran en la fase 3 de la enfermedad; 35 en el último estadío y 33 en el segundo.
En 2019, se tenían 452 casos de pacientes con infección asintomática por VIH, el 85% en hombres, mientras que en 268 personas la infección pasó a ser Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
En contraste, la agrupación conocida como Vida Plena informó de cinco mil 786 personas (registradas como “vivas”) con VIH en Puebla, de éstas cuatro mil 167 están recibiendo un tratamiento antirretroviral en los diferentes Servicios de Salud del Estado de Puebla.
En rueda de prensa virtual realizada con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, el representante de la asociación, Onán Vázquez Chávez apuntó que lo anterior representa que mil 619 enfermos no acceden a dicha atención.
Abundó que deberían estar atendiéndose siete mil 250 personas, según estimaciones de la Secretaría de Salud, pero eso no ocurre en la realidad.
Durante la pandemia por el coronavirus, la organización documentó 15 casos de personas con VIH que después de diagnosticadas no han recibido atención médica desde marzo de 2020, principalmente en el ISSSTE e IMSS; de estas tres interpusieron su queja en la Comisión Nacional de Derechos Humano (CNDH) y se resolvió a su favor, por lo que ya cuentan con la atención médica.
Las otras 10 personas ya recibieron atención médica de primer contacto, pero sus estudios están demorados, mientras que dos no continuaron con el procedimiento.
Entre los retos, destacaron que los rubros presupuestales, fideicomisos y subvenciones para la respuesta al VIH son de orden federal, por lo que el estado invierte cero pesos en la prevención, atención y detección del VIH y otras ITS.
Se requiere de un equipo interdisciplinario que pueda medir y monitorear la distribución de medicamentos en los distintos servicios del Sistema Nacional de Salud. Las quejas son efectivas pero no cambian el panorama de mala atención y desabasto.
Que las personas con VIH se conviertan en sujetos de derecho y puedan denunciar y ampararse para que se garantice el acceso a la salud.
Los insumos de prevención se han reducido en los últimos tres años y la infraestructura médica para la atención del VIH es escasa, ya que solo hay un Capasits y un SAIH en Tehuacán.
