Australia busca garantías de la Comisión Europea de que no se bloquearán los próximos envíos de vacunas contra el coronavirus, luego de que Italia paró la exportación de miles de dosis de la desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
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La remesa de más de un cuarto de millón de dosis que debía enviarse a Australia no pudo salir del bloque de 27 naciones. Fue la primera vez que la UE utilizó el sistema de control de las exportaciones implantado para asegurar que las farmacéuticas cumplen sus contratos con el organismo.
El veto fue solicitado por las autoridades italianas y aprobado por la UE, una medida que frustró al gobierno australiano. “El mundo es un territorio inexplorado en este momento, no sorprende que algunos países rompan con las reglas del juego», afirmó el ministro australiano de Finanzas Simon Birmingham, a Sky News Australia el viernes.
Birmingham reconoció sin embargo que el país recibió 300 mil dosis de la vacuna de AstraZeneca-Oxford la semana pasada y que “eso hará que nuestro plan de vacunación funcione”.
El programa de inmunización australiano comenzó el mes pasado y el gobierno espera que en octubre la vacuna esté disponible para todo aquel que la quiera. El país firmó un acuerdo para 53,8 millones de dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca-Oxford, de los cuales 50 se fabricarán en el país en colaboración con la empresa biofarmacéutica CSL de Melbourne.
Según los medios australianos, el ministro de Slaud, Greg Hunt, ha pedido a la Comisión Europea que revise la decisión italiana. El veto fue el último episodio en la disputa entre la UE y AstraZeneca por la demora en la entrega del fármaco.
Ante la escasez de dosis durante las primeras fases de su campaña de vacunación que comenzó a finales de diciembre, el bloque habilitó a finales de enero un sistema para controlar las exportaciones de vacunas, lo que obligó a las farmacéuticas a respetar sus compromisos contractuales con Bruselas antes de que se apruebe la exportación de sus productos.
La Unión Europea está especialmente enojada con AstraZeneca porque le está entregando muchas menos de las dosis que le había prometido. Del pedido inicial de 80 millones de dosis para el primer trimestre del año, la farmacéutica tendrá problemas para entregar la mitad.