La Organización Familia Pasta de Conchos acusó que desde hace siete meses denunciaron al director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, las condiciones de la mina donde el viernes quedaron atrapados siete trabajadores.
A través de la red social Twitter, la Organización recordó que el 26 de septiembre de 2020 entregaron la denuncia sobre la mina en el poblado Rancherías del municipio de Múzquiz. Pedían la atención antes de evitar alguna desgracia.
Recordaron que nunca fueron atendidos cuando Bartlett acudió junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, refirieron que se trata de minas que son «cuevas de arrastre». A estas la CFE compraba carbón sin vigilar las condiciones de trabajo.
Fue alrededor del mediodía de ayer que se reportó el desbordamiento e inundación de la mina. Hasta ayer distintas autoridades trabajaban en el desagüe de la mina con bombas hidráulicas.
La mina pertenece a la empresa MICARAN, SA de CV, propiedad de Gerardo Nájera.
De acuerdo con la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía Federal, la concesión corresponde a Miguel Guadalupe Sepúlveda Rangel y Arnoldo Ramos Villarreal.
El gobierno de Coahuila informó ayer que la última inspección de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) fue realizada el 20 de octubre del 2020.
Según información de la Delegación Regional de la STyPS, el centro de trabajo fue restringido. Sin embargo, cumplió con las medidas requeridas y se le levantó la restricción el 7 de diciembre de 2020.
El gobernador Miguel Riquelme señaló el viernes por la noche que se que espera que pronto puedan entrar los rescatistas y ver la viabilidad de sacar a los siete mineros.
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«Tenemos la esperanza de que en alguno de los túneles que existen en el interior de la mina se pudieran resguardar. Las siguientes horas son cruciales por el oxígeno», comentó.