El conflicto interno en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) podría detonar una serie de crisis institucionales y hasta constitucionales, las cuales afectarían a los cargos electos el pasado 6 de junio, confirman especialistas a Publimetro. Por lo tanto, tampoco es momento para iniciar una reforma electoral, como lo planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La posibilidad de que haya una reforma electoral ha sido eminentemente planteada por el presidente López Obrador y algunos de los legisladores de su partido. Ellos consideran, digamos, necesario modificar el Instituto Nacional Electoral y hasta la reducción del esquema de los diputados y los senadores plurinominales. Yo soy un convencido de que México cuenta con un sistema electoral fuerte y que se ha consolidado a lo largo de más de 30 años”, explicó a Publimetro Raúl Flores, académico de la UVM campus Mérida y Consejero Electoral Suplente de la Junta Local en el Estado de Yucatán.
Para el especialista, el sistema electoral actual nos ha permitido tener elecciones pacíficas y enfrentar cambios democráticos de poder. “Cualquier tipo de reforma que vaya negativamente en lo que es la representación proporcional, me parece a mí un retroceso importante”, añadió.
“El gobierno y el partido en el gobierno actual, que es Morena, no sólo han declarado al TEPJF como enemigo de la democracia, sino además nos han dejado en claro que consideran una cuestión prioritaria el avance precisamente de la reforma electoral”, explica Flores. “Quizás nos tendríamos que preguntar si en verdad es una reforma electoral o es una reforma electoral a modo, porque claro que perdería el país y por tanto, la democracia mexicana”, concluye el académico.
La cita
Debe de preocuparnos como ciudadanía lo que ocurrió en el TEPJF en este momento, porque tenemos todavía por resolver diputaciones federales y cargos de elección popular locales, incluidas gubernaturas. Es importante que esta crisis institucional se pueda resolver lo antes posible para que no nos lleve a una crisis constitucional de autoridades que no son reconocidas o que son señaladas como ilegítimas.
3 PREGUNTAS CON
José Pablo Abreu, director regional de Derecho del Tec de Monterrey
¿Qué lectura da al comentario del presidente de que la crisis en el TEPJF es el momento para una reforma electoral?
Yo creo que las crisis no son el mejor momento para hacer reformas, sino, más bien, las reformas deben reaccionar a problemáticas estructurales o que estén bien diagnosticadas y que puedan permitir un diálogo entre todas las fuerzas políticas y actores para tomar las mejores decisiones.
En específico, en esta propuesta que hace mención el Presidente, pues identificamos que desde hace rato quiere promover una reforma electoral, no solo del Tribunal Electoral, sino también involucrando al Instituto Nacional Electoral.
En esta ocasión, desde hace rato, es el Gobierno y el partido de gobierno quienes toman esta iniciativa y son quienes no se sienten cómodos con la autonomía del INE y son quienes cuestionan la labor de otro poder del Estado, en este caso el Poder Judicial y el Tribunal Electoral.
Cuando la mayoría que le entregó la presidencia a uno de los magistrados le pierde la confianza a ese magistrado, ¿Cómo desatorar ese conflicto político? Porque esto ocurre en cualquier otro tribunal y en cualquier otro órgano colegiado. No hay un mecanismo de poder remover al titular de un órgano colegiado que fue elegido por este propio órgano colegiado. No está contemplada esta posible remoción. Habrá que ser claros para evitar que futuros conflictos políticos internos se conviertan en crisis institucionales.
¿En verdad el TEPJF está en crisis y en descomposición?
Yo creo que el Tribunal Electoral, durante su historia y con la misma composición actual, ha demostrado ser un órgano que defiende derechos electorales y que da tranquilidad a los procesos y a los conflictos electorales que suscitan después de una elección. Que cierra la etapa institucional de controversias electorales.
Sí, efectivamente, está pasando por una mala etapa, la peor etapa de crisis institucional que ha vivido. Ha tenido varias renuncias de presidentes, en esta misma integración, la presidencia de la magistrada Jeanine Otálora. Pero creo que habría que tomar con mucho cuidado una propuesta de reforma al Tribunal Electoral por esta crisis institucional que está pasando. Creo que habría que identificar cuáles son las problemáticas que llevaron a esta crisis para ver de qué manera no se vuelva a repetir.
Hay que seguir manteniendo la autonomía del Tribunal Electoral y su especialización. En alguna ocasión también se mencionó que los asuntos electorales podrían enviarse a la Suprema Corte de Justicia.
Yo no coincido con el ánimo de remover magistrados o magistradas y de desaparecer el Tribunal Electoral, porque creo que históricamente el Tribunal Electoral nos ha dado muy buenos resultados. Tenemos ahí la paridad de mujeres, tenemos ahí candidaturas indígenas, tenemos también elecciones que han sido anuladas o que han sido ratificadas y que con eso se concluye un conflicto político social.
¿Cuáles son los puntos clave para fortalecer el TEPJF?
Siempre está sobre la mesa revisar los procesos de designación de magistradas y magistrados, ministros y ministras de la Corte. El proceso de selección podría revisarse. No estoy diciendo que sea necesario cambiarlo, pero cuando menos revisarlo.
También es importante contemplar una serie de mecanismos para desatorar estas dinámicas perversas que pudieran darse. Por ejemplo, en el caso actual las y los magistrados electorales denuncian mal manejo de la presidencia y un desempeño desapegado a la norma. Habría que ver de qué manera puede evaluarse las responsabilidades de las y los magistrados electorales.
Fortalecer la transparencia siempre ayuda a desincentivar un mal uso de las funciones públicas. Y en materia jurisdiccional, en los últimos años se ha puesto sobre la mesa que es necesario simplificar los recursos electorales.
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