El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que tanto él como la primera dama, Jill, recibirán una tercera dosis de la vacuna contra Covid-19. De esta forma, llaman a la aplicación del refuerzo a los estadounidenses desde el 20 de septiembre, al alegar que el país tiene derecho a apostar por este.
La administración norteamericana actualizó esta semana sus protocolos. Aseguró que las vacunas de Pfizer- BioNTech y Moderna pierden eficacia con el tiempo, en un contexto marcado por la expansión de nuevas variantes como la Delta.
Estados Unidos acumula más de 3.1 millones de casos y de 624 mil fallecidos. Según la Universidad Johns Hopkins, en las últimas dos jornadas ha sumado más de un millar de víctimas mortales por día.
Biden subrayó que considera que «pasó el tiempo» suficiente para tener una tercera dosis.
Las nuevas recomendaciones abogan por este refuerzo ocho meses después de la segunda inyección. Prioriza a trabajadores sanitarios, usuarios de residencias de mayores y personas de mayor edad. La Casa Blanca prevé arrancar la nueva fase hasta la semana del 20 de septiembre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió una moratoria internacional para que no haya países con terceras dosis de vacuna mientras otros apenas lograron inmunizar a su población con primeras o segundas inyecciones.