La economía mexicana llega al Tercer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador con tres años perdidos; y severamente afectada por la crisis del Covid-19, que agravó los retrocesos acumulados en el primer año de la 4T.
El Inegi reportó que, después de lograr una tasa de crecimiento de 2.2% en 2018, el desempeño económico del país decreció 0.1% en 2019; se desplomó 8.5% en 2020, por causa de la pandemia y repuntó 7.4% al cierre del primer semestre de 2021.
El especialista en Economía y Finanzas de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Ramón Martínez, señaló que dichos datos evidencia que el retroceso de la economía mexicana no es sólo culpa del coronavirus; porque el país dejó de crecer desde el primer año del sexenio.
Explicó que, aun cuando 2021 cerrará con un rebote económico de 4% o 5%, el país no revertirá el decrecimiento –de 8.6%- que se acumuló en los dos primeros años de la 4T; y por lo tanto, estará muy lejos del crecimiento de 2.2% que se reportó en 2018.
“Ello confirma que la economía mexicana no está creciendo, en términos reales; apenas está en recuperación; y esta recuperación no cubre los 2.4 millones de empleos formales -1.2 millones por año- que debieron generar para cubrir la demanda laboral de los jóvenes que se integran al sector productivo.
“Además, las familias enfrentan tasas de inflación que rondan 6%, su poder de compra cayó 15% y la informalidad se apoderó de 57% de la economía. Ello, mientras las tasas de interés suben, los energéticos no bajan y el desempleo se grava”, dijo el especialista de la EBC.
Recuperación y retos del sexenio
Pablo López Sarabia, profesor-investigador del Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, explicó que la recuperación de la economía arroja cifras positivas; con un repunte de 7.4%, en el primer semestre de 2021, la apertura de la industria y un sector agrícola que no ha parado.
Sin embargo, apuntó que para lograr un crecimiento sostenido en la segunda parte del sexenio actual, el país necesita:
- Un buen manejo de la deuda pública, interna y externa; que permita afrontar el alza en las tasas de interés y la necesidad de más recursos públicos. Esto último como consecuencia de la falta de una reforma fiscal.
- Apoyos para las empresas, familias y sectores más afectados por la pandemia; a través de garantías, otorgadas por la banca de desarrollo, para obtener créditos. Así como estímulos fiscales para que las Mipymes sostengan su plantilla laboral.
- Fortalecer el estado de derecho, dar certeza jurídica a nuevos proyectos y atraer inversiones; sobre todo en sectores estratégicos como el energético, infraestructura e industria.
- Lograr la reconversión de la planta productiva del país; como el sector automotriz, que nivel global va por los autos eléctricos; impulsar la generación de energías renovables e invertir en el desarrollo de los servicios de salud y educación.
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