El cambio climático comienza a cobrar factura al planeta a través de imponentes y cada vez más intensos desastres naturales. El número de catástrofes no es fortuito, es responsabilidad de la mano del ser humano, según el Comité Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU.
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El paso más reciente del huracán Ida por Luisiana, Mississippi y Nueva York con graves inundaciones que se volvieron virales, las tormentas en España, los incendios forestales en Grecia y Turquía, las altas temperatura en Europa, Estados Unidos y Canadá, así como el estrés hídrico en varias regiones del planeta, son consecuencias irreversibles que se incrementarán, de acuerdo con el reporte de la agencia.
La emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera de la Tierra– en específico el dióxido de carbono– y la quema de combustibles fósiles causaron un alza de la temperatura global sin precedentes. En este sentido, los efectos se han agravado y ya son palpables en la cotidianidad de miles de personas alrededor del mundo.
Al respecto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reportó que aumentaron cinco veces los desastres naturales en la actualidad desde 1970. Además, los daños que ocasionan se multiplicaron por siete, aunque las muertes se redujeron en comparación con la década de los setenta.
Las conclusiones de dicho estudio surgieron a partir del análisis de 11 mil fenómenos naturales en el mundo y seguirán en crecimiento con extremos climáticos en los siguientes años. La media en la última década de este tipo de desastres asciende a 3 mil 165, mientras que en 1970 el máximo era de 711.
Más fenómenos, menos muertes
Las pérdidas económicas, debido a estos hechos, se elevaron a aproximadamente 1.3 billones de dólares al año, mientras el asentamiento de personas en regiones de peligro continúa. De acuerdo con la OMM, las inundaciones, tormentas y sequías son las catástrofes que más muertes y daños producen.
El escenario a mediano plazo establece que no se cumplirá el objetivo del Acuerdo de París del 2015 sobre la temperatura del planeta. La expectativa de los firmantes consiste en no sobrepasar 2ºC para el 2100. Sin embargo, esa meta se romperá en la década del 2030, según el Comité Intergubernamental del Cambio Climático.
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