El espacio aéreo de la Ciudad de México, que pretendía ser ampliado con el nuevo rediseño, sigue operando bajo condiciones de saturación y, peor aún, con afectaciones a la salud de los capitalinos que demandan problemas excesivos de ruido.
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Así lo consideró, desde el punto de vista técnico, el piloto Jesús Ramírez quien además acusó -en entrevista con Publimetro- que las modificaciones también han ocasionado demoras en los vuelos y mayores gastos en combustible para los aviones.
Explicó que los cambios radicaron en ajustar las rutas de aproximación al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con la intención de hacer caber más aviones y se hiciera más eficiente el espacio aéreo; sin embargo, la estrategia falló por el simple hecho de que éste es inmodificable.
«El espacio aéreo es uno, es el que existe y está, ¿cómo se modifica? Cuando mueves de lugar el Aeropuerto y la planeación de este se hace de arriba hacia abajo porque las instalaciones de tierra son lo de menos. ¿Dónde vas a acomodar todo el tráfico aéreo para cubrir la demanda? Son discusiones de fondo por lo cual se iba a hacer el aeropuerto en Texcoco», refutó.
El espacio aéreo en la CDMX, agregó, está saturado desde hace más de 10 años; sin embargo, opera bajo límites de seguridad, pero lo que hoy preocupa es la ineficiencia del rediseño y la presión a la que lo están sometiendo en un experimento para atender la demanda cuando se regrese a niveles prepandémicos.
«Si siguen presionando el espacio aéreo a meterle más aviones en contra de las normas de seguridad lo que hacen es poner en riesgo la vida no solo de los que van arriba del avión sino también de los que están abajo», enfatizó.
Rediseño del espacio aéreo, sin claro argumento
Jesús Ramírez señaló que son cuestionables las modificaciones al espacio aéreo cuando por efectos de la pandemia el tráfico disminuyó en más del 50%.
«No se entiende por qué la decisión se da en este momento. Aparentemente se trata de una especie de prueba para cuando entré en función el aeropuerto en Santa Lucía y que es cuando se va complicar aún más», acotó.
En esta línea, explicó que todo recae en decisiones políticas y que derivó en que a partir de marzo de 2022 se tendrán operando tres aeropuertos simultáneamente: Toluca, Santa Lucía y el AICM.
«Se va a complicar el espacio aéreo; no hay tecnología que alcance, que resuelva el problema, afortunadamente está baja la demanda por la pandemia, pero el día que aumente a niveles de 2018 y empiece un orden de crecimiento va a ser por lo menos caótico», refirió.
Aseveró que por ningún lado técnico se le encuentra la eficacia al rediseño y ‘todo parece indicar que no fue una buena decisión cuando se tienen las quejas de 250 colonias afectadas’.
«La limitante drástica, dramática, insalvable, contundente que existe es el espacio aéreo de la Ciudad de México, es el mismo, está saturado y no se resuelve poniendo a operar otro aeropuerto sino se complica aun más», lamentó.
PROS (SEGÚN LA STC)
- Incremento de la capacidad del espacio aéreo para atender demanda
- Disminución en 16% el tiempo de vuelo de las aeronaves
- Reducción del consumo de combustible
- Baja en emisión de gases contaminantes
- Decremento en interacciones y carga de trabajo para pilotos
CONTRAS (SEGÚN EL PILOTO JESÚS RAMÍREZ)
- Daños a la salud por el ruido excesivo
- Demoras en vuelos
- Mayor gasto en combustible de aviones
- Presión a la capacidad que pone en riesgo límites de seguridad
- Opacidad en la toma de desiciones
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