Bajo mucha presión o ante una tarea muy difícil, los humanos son propensos a bloquearse. Y ahora se puede culpar de ello al cerebro de los primates, pues lo monos también tienen ese problema.
Un equipo de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania) ha descubierto recientemente que los monos se bloquean bajo presión al igual que los humanos y que esta situación es más probable cuando la recompensa por sus acciones es mayor.
Los científicos entrenaron a tres monos Rhesus en un laboratorio para que realizaran una difícil «tarea de alcance» a cambio de diferentes recompensas.
«Entrenamos a tres monos para que jugaran a un videojuego en realidad virtual. En este juego, controlaban un cursor delante de ellos moviendo la mano y desplazaban rápidamente el cursor hacia un pequeño objetivo para tener éxito. Era una tarea difícil», explican a Metro Aaron P. Batista y Steven M. Chase, investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y autores principales del estudio.
En el experimento, la forma de la diana indicaba el tamaño de la recompensa para esa prueba: pequeña, mediana, grande o el raro ‘premio gordo’, una recompensa inusualmente grande. Si daban en el blanco a tiempo, recibían la recompensa.
Los monos disminuyen el éxito ante la presión
Los científicos descubrieron que los monos se sentían presionados cuando intentaban tener éxito en tareas que implicaban una recompensa mayor.
«En lugar de emocionarse demasiado, parecían estar demasiado concentrados en asegurarse de que lo hacían bien. Esto les llevó a frenar demasiado y a no dar en el blanco a tiempo», añaden los autores del trabajo.
En el estudio, los científicos destacan que los resultados demuestran que el bloqueo bajo presión no es exclusiva de los humanos y, por tanto, su base neural podría conservarse en todas las especies.
Por último, los investigadores revelaron que sus hallazgos podrían ayudar a mejorar las interfaces cerebro-ordenador que están desarrollando para que las personas paralizadas puedan controlar el cursor de un ordenador o un brazo robótico con sólo pensarlo.
Metro habló con Adam L. Smoulder, investigador del departamento de ingeniería biomédica de la Universidad Carnegie Mellon y coautor del estudio.
«Lo que tenemos aquí es una demostración de que los humanos y los monos cambian su comportamiento de forma realmente similar cuando se enfrentan a cambios en las recompensas».<br>Adam L. Smoulder<br>investigador del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Carnegie Mellon y autor principal del estudio.
25%
en esta cantidad se redujo la tasa de éxito de las tareas entre los monos estudiados cuando se enfrentaron a una mayor presión.
Tres cosas que los monos hacen como los humanos
Señales de saludo y despedida
Investigadores de la Universidad de Durham descubrieron que los monos utilizan señales de saludo y despedida para iniciar o terminar un encuentro. Es como decir «hola» o «adiós», dicen los científicos.
Jugar en grupo
Científicos de la Universidad de Pisa (Italia) han demostrado que los chimpancés desarrollan juegos sociales con otros ejemplares, lo que les ayuda a establecer fuertes relaciones sociales y a desarrollar actitudes de cooperación.
Favorecer la cooperación
Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences sugiere que muchos chimpancés prefieren cooperar antes que competir entre ellos. De hecho, el estudio demuestra que los chimpancés trabajan juntos con una frecuencia similar a la de los humanos.
ENTREVISTA
Adam L. Smoulder
investigador del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Carnegie Mellon
P: ¿Por qué decidió estudiar el bloqueo en los primates?
- Las consecuencias de actuar mal en situaciones en las que realmente importa pueden ser realmente graves. Por desgracia, todos lo hacemos a veces. Así que queríamos entender por qué. Y, en general, es importante entender por qué nos comportamos de forma diferente en distintos contextos y escenarios. Alterar la recompensa asociada a una acción determinada es una buena manera de provocar cambios en el comportamiento: muchos trabajos anteriores han demostrado que tanto los humanos como los animales tienden a moverse con más rapidez y precisión para obtener mayores recompensas. Sin embargo, en el caso de los humanos, sabemos que cuando lo que está en juego es demasiado, a veces lo hacemos peor. Con demasiada frecuencia, en los momentos clave de los partidos del campeonato, los goles de campo se van fuera, los tiros libres rebotan en el aro, los tiros de penalti fallan la red, etc. Nos fascina ver cómo la recompensa puede mejorar inicialmente, y luego perjudicar, el rendimiento motor.
P: ¿Qué han descubierto?
- Descubrimos que, al igual que los humanos, los monos se bloquean bajo presión. Sus tasas de éxito en la tarea mejoraban de las recompensas pequeñas a las grandes en un 15% más o menos, pero luego su rendimiento disminuía para los premios mayores en la misma proporción. Curiosamente, descubrimos que fallaban en las pruebas de los botes por moverse con demasiada cautela.
P: ¿Por qué es importante?
- Una de las cosas que hacemos en el laboratorio es desarrollar interfaces cerebro-ordenador. Se trata de dispositivos que permiten a las personas paralizadas controlar el cursor de un ordenador o un brazo robótico con sólo pensarlo: podemos registrar su actividad neuronal y utilizarla para controlar directamente el dispositivo. Uno de los problemas de las versiones actuales de este dispositivo que lo aleja de la traducción clínica es que otras señales, no relacionadas con el movimiento (como la recompensa), pueden hacer que el dispositivo se mueva de forma equivocada. Una de las esperanzas que tenemos es que, si entendemos cómo influyen señales como las recompensas en el código neural del movimiento, podremos hacer que estos dispositivos funcionen mejor y ayudar a las personas paralizadas a recuperar la capacidad de interactuar con su entorno.