La carrera política de la Canciller de Alemania, Angela Merkel, está a punto de culminar cuando el próximo 26 de septiembre los alemanes acudan a la urnas para renovar el Parlamento. Después de 16 años al frente del país, Merkel pondrá fin al primer liderazgo de una mujer en Alemania, caracterizado por su peculiar estilo sin sobresaltos y de especial negociación.
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El primer paso de la química cuántica fue el abandono de la presidencia de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) tras presidirlo durante 20 años. Dicha fuerza política se encuentra desdibujada rumbo a los comicios que renovarán a los representantes parlamentarios, los cuales seleccionarán al próximo Canciller. Olaf Scholz, uno de los principales competidores de Merkel, se perfila como el nuevo jefe de Gobierno por el Partido Socialdemócrata de Alemania.
Formada en la Alemania del Este, bajo el régimen comunista posterior a la Segunda Guerra Mundial, destacó durante su mandato por su actuar en favor del medio ambiente, su política humanitaria y apertura para legislar los derechos de las minorías.
Canciller de la libertad
Pese a militar en las filas de un partido de corte conservador, se mostró flexible para la aprobación del matrimonio igualitario. No incidió en la toma de decisiones del Bundestag, es decir, la decisión se originó desde el punto de vista de cada representante del Parlamento. Finalmente, se consolidó de forma oficial en 2017.
Antes, la crisis humanitaria en Medio Oriente acentuada por el éxodo de personas por conflicto en Siria llevó a que Angela Merkel permitiera la acogida de miles de solicitudes de asilo. La política potenció al ala más conservadora, que criticó severamente la bienvenida de personas migrantes.
Aunque tal decisión la catapultó a la portada de la revista Time, medio que la calificó como ‘Canciller del mundo libre‘. También, este y otros factores marcaron un momento de tensión en la Unión Europea. En dicho contexto, logró dialogar y mermar los intentos por disolverla.
Durante su mandato se agrega la defensa del medio ambiente, la cual trascendió más allá del discurso. Para el 2022 se propuso el objetivo de eliminar las 17 plantas de energía nuclear en Alemania , una propuesta por consolidarse con el incremento del uso de energías renovables.
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Conclusión con especulaciones
Medios alemanes aseguran que su retirada se debe a problemas de salud. Después de presentar temblores en algunos actos oficiales con otros jefes de Estado, las especulaciones se volcaron a ‘diagnosticarla’ con Parkinson. Ella misma lo desmintió en varias ocasiones, al asegurar que gozaba de buena salud.
La mayoría de los alemanes aseguran que se trata de su vida privada y nadie tendría por qué pedir explicaciones sobre un asunto que solo le compete a ella. En este sentido, la salida de la política sugiere que busca acabar con las tensiones, el estrés y disfrutar del descanso y la lectura, como ella lo expresó en su reciente visita a Estados Unidos.
