Vacunarse contra la influenza protege a las personas de las tres complicaciones más graves de la enfermedad como lo son la insuficiencia respiratoria, neumonía y muerte, señaló el epidemiólogo Adrián Camacho Ortiz.
El coordinador de Epidemiología del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) advirtió que las personas aún vacunadas contra la influenza pueden desarrollarla, “pero los síntomas van a ser muy leves y lo más probable es que no vaya a terminar en el hospital”.
Explicó que la influenza estacional es una enfermedad contagiosa que aparece en el mes de octubre y amenaza a la población hasta finales del mes de marzo.
“En la temporada pasada, de los 57 casos de muerte en Nuevo León asociados directamente a la influenza, ninguno de ellos estaba vacunado”, resaltó.
Camacho Ortiz detalló que la vacuna contra la influenza contiene fragmentos del virus de la influenza, integrados por dos proteínas: hemaglutinina y neuraminidasa.
Cuando una persona se aplica la inyección, el sistema inmunológico reconoce estos fragmentos y genera los anticuerpos contra ellos, explicó.
“A partir de que te pones la vacuna, todo tu cuerpo lo empieza a identificar y se empieza a pasar la información. Es muy similar a cuando buscamos a un ladrón y ponemos una foto y lo pasamos por todos los medios, entonces toda la gente está preparada para identificarlo”, expuso.
“El sistema inmunológico funciona de una forma similar, le presentas esos antígenos y empieza a pasar la información y hacer anticuerpos contra ese virus”, explicó el epidemiólogo.
Destacó que el virus tiene cambios constantes, por lo que es importante que cada año se aplique la vacuna contra la influenza.
Manifestó que un concepto equivocado de la población es que aplicarse la vacuna contra la influenza le puede generar la enfermedad.
“El objetivo de la vacuna -como cualquier otra- es que tenga una reacción inmunológica. Algunas personas presentan un poco de fiebre o cuerpo cortado, pero no te da influenza y tampoco te limita hacer tus actividades”, detalló.
El epidemiólogo de la UANL especificó que sólo una de cada 10 personas presenta algunas reacciones leves, que pueden contrarrestarse tomando un paracetamol.
“El tener estas reacciones es muy bueno, porque eso significa que tu sistema inmunológico está reaccionando adecuadamente”, agregó Camacho Ortiz.
Resaltó que las únicas personas que no pueden aplicarse la vacuna son aquellas alérgicas al huevo y que hayan padecido el síndrome de Guillain-Barré en las últimas dos semanas antes de la aplicación de la vacuna.
“No hay que limitar el uso de la vacuna a cierto grupo y pensar que porque tengo 30 años y estoy sano no me va a pasar nada. La vacuna es tan segura que lo podemos aplicar en todos los grupos de edad a partir de los 6 meses de edad incluso las mujeres embarazadas”, expresó.
El experto detalló que, a diferencia de la gripe común, la influenza se caracteriza por presentar temperatura superior a los 38 grados, dolor de garganta y tos, además de escurrimiento nasal, estornudos, así como dolor de cabeza, dolor corporal y vómito.
La vacuna contra la influenza tarda hasta tres semanas en hacer efecto y su transmisión de la influenza se da por las manos, por lo que la higiene de las mismas es la principal fuente de control de esta enfermedad, enfatizó el especialista.
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