El transporte público en Nuevo León enfrenta un gran desafío a futuro: una latente falta de prestación en el servicio en muchas zonas del estado y un aumento en el precio.
El servicio de transporte público en el estado depende en mayor o menor medida de la intervención regulatoria del Gobierno de Nuevo León y por tanto es el garante de que se cumplan horarios y rutas específicas sin importar cuál sea su demanda. Es decir, el Gobierno debe de programar rutas e itinerarios, con empresas públicas o privadas, para que sus ciudadanos puedan acceder al servicio.
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De acuerdo con el Blog del Regio, en aquellas zonas en las que no cuentan con ayudas gubernamentales ajustadas a la realidad de las operaciones, conocidos subsidios, el costo por viaje puede alcanzar hasta los 4.50 dólares (casi 86.34 pesos por trayecto) como en algunas ciudades de Estados Unidos.
Por razones económicas, administrativas y sociales existen diferencias en la prestación del transporte público en cada región o país, coincidiendo en la mayor parte de ellos en que, las compañías que administran el sistema de transporte público urbano casi nunca son autosuficientes, dada la volatilidad de los diferentes factores macroeconómicos que se involucran en la operación del servicio.
Concretamente en Nuevo León, el transporte público urbano, es proporcionado por una o varias empresas privadas que, hoy por hoy, están asumiendo el alza nacional de todos los factores que involucran la operación básica del servicio.
Tan sólo en 45 meses, el precio del diésel incrementó un 61.7%, aunado a los problemas de movilidad, condiciones de calles y mapeo geográfico de la zona metropolitana, implican un mayor consumo de este principal insumo.
¿Dónde está la factibilidad de que los ingresos obtenidos por el servicio del transporte sean suficientes para cubrir los gastos de salarios y capacitación de los operadores, mantenimiento de unidades, paradas de los camiones y administración, sin mencionar la adquisición de nuevas unidades?
En esta temporada invernal, el calor en la ciudad no es tan intenso, imaginemos los hornos en los que se transformarían las unidades este verano, por la falta de mantenimiento en los aires acondicionados y esto sólo por decir uno de los problemas a los que se enfrentarían los usuarios. Sumado al deterioro que sufrirían las unidades de transporte, se convertiría en la peor pesadilla para moverse de un lado a otro en Nuevo León.
En caso de que empresas no alcancen una buena calidad de transporte para la sociedad se presentarían los siguientes problemas:
- Disminución de calidad de transporte: Las unidades contarían con un deterioro de calidad, y comodidad, ya no ofrecerían aire acondicionado para ahorrar costos en los insumos de combustible, asientos completos, ventanas y accesibilidad a gente discapacitada. No tendrían mantenimiento en los motores, las llantas alargarían su vida útil hasta llegar a convertirse en un problema de seguridad en época de lluvias y la falta de mantenimiento del piso.
- Disminución de unidades: Sin una buena recaudación de ingresos, no se tendrían los suficientes fondos para contar con más cantidad de unidades para transportar a la comunidad. Se tendrían una baja en número y las que quedarán seguirán con la mala calidad, sin llegar a ser transporte moderno.
- Incremento en tiempos de espera: Debido a la disminución de unidades de transporte, los tiempos de espera tendrían que aumentar y sería de mal gusto para la gente. En algunos casos el aumento llega hasta el triple en las horas pico.
- Niveles de contaminación más elevados: La mejora de nuestra calidad de vida, en términos de salud, igualdad social y reducción de impactos ambientales, no pasa solo por unas políticas sociales justas, sino también por políticas ambiciosas de movilidad sustentable, orientadas a reducir la dependencia del automóvil.
- Despido de personal: Se llegaría al despido de choferes, ya que no se alcanzarían las ganancias suficientes para poder mantener el sueldo de cada trabajador e incluso tener a personal sin capacitación, sin prestaciones y con salario mínimo.
Aunque pareciera increíble, esto está muy cerca de la realidad, pues el transporte evidentemente está colapsando, ya que las empresas transportistas no cuentan con capital para invertir y mantener el servicio que se presta actualmente.
Entérate:
Los recorridos que los regios realizan en un solo viaje son de 9.5 a 12 kilómetros, mismos que pensar en recorrer a pie o en bicicleta sería una tarea compleja, ante la falta de banquetas y carriles para ciclistas en la ciudad y condiciones climatológicas propias de la ciudad.
Dejar de utilizar el transporte público nunca será una opción, al contrario debe incrementarse el uso de éste, como en las ciudades de primer mundo en las que todos aspiramos vivir, bajarse del automóvil, de esta manera se generaría menor tráfico y disminuirían los niveles de contaminación.