El campo de Nuevo León ha sufrido un abandono por parte del gobierno federal que redujo los recursos que le otorga a solo un 20%.
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Lo anterior lo dio a conocer, Rodolfo Farías, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del estado durante la reunión de transición con el gobierno entrante.
Destacó la desaparición de programas y el abandono en que el gobierno central tiene al agro mexicano.
“Es conocido por todos que la inversión al campo mexicano se ha disminuido de manera drástica por la disminución y desaparición de programas”, señaló.
Indicó que en el caso de Nuevo León solo recibe el 20 % de los recursos federales tanto de convenio como de ejecución directa.
Mencionó que esto ha sido un contraste fuertísimo a nivel nacional.
“Ustedes saben los apoyos federales eran más del 80 por ciento o 90 por ciento en algunas entidades del país y pues ha sido un socavón terrible en todo México”, sostuvo.
Ante la situación, el gobierno estatal y el Congreso asignaron recursos para compensar la situación y que no sufra el campo como ha ocurrido en la mayor parte de las entidades del país.
“El estado con el fin de proteger actividades sensibles del sector y continuar impulsando al sector ha crecido su presupuesto y hoy aporta 42 por ciento más recursos económicos que en el primer año”, sostuvo.
Farías también comentó que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario actualmente atiende funciones de dependencias federales que desaparecieron por falta de presupuesto.
Absorben labor de delegaciones federales
“Este es un tema muy importante, ustedes saben la mayoría de las delegaciones fueron desmanteladas, desmanteladas de presupuesto y de personal”, dijo.
Citó que muchas de las que competen al campo quedaron sin operación y no era viable tenerlas en esas condiciones.
“No digo que tomamos la operación completa, pero Nuevo León puede decir ahorita que esas dependencias tienen un respaldo muy fuerte en nuestra Secretaría”, comentó.
Finalmente, Farías mencionó que la sequía es otro de los factores adversos del campo de Nuevo León.
Además, la actividad agropecuaria consume el 70% del agua disponible y a eso se agrega las sequías recurrentes, sobre explotación de los acuíferos y erosión del suelo, además de baja tecnificación del riego.
