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La impunidad alimentó y envalentonó a quienes ahora tienen secuestrada la Torre de la Rectoría de la UNAM. Al final de cuentas, algunos de esos jóvenes terminarán en una curul, en un cargo en el Gobierno o de asesores de un funcionario que un día será rector.
1. El 06 de febrero de 2001, un grupo de estudiantes insultó, amarró y humilló a profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Esa acción costó la expulsión de varios de los agresores, entre ellos el Mosh, Alejandro Echavarría, activista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Pero esto no pasó con todos.
Roberto Josué Bermúdez Olivos, hijo del ex director de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Roberto Bermúdez, la libró. El argumento que el Tribunal Universitario esgrimió para mantener al universitario en la UNAM fue que la denuncia por la vejación de los profesores, se realizó contra Roberto Bermúdez hijo, el cuál no existe.
Años después, el joven Bermúdez fue sorprendido por plagiar su tesis de titulación, y cuando se le localizó, ¿dónde cree usted que trabajaba? ¿No adivina? Pues en la Facultad de Medicina, en la oficina del director. ¿Y cómo se llamaba el director? Pues ¡José Narro Robles!
2. ¿Quiénes han tomado la Rectoría, en su momento, y ahora son repetables funcioniarios, o destacados miembros de la izquierda? Claudia Sheinbaum, el diputado Fernando Belaunzarán y el director del Fideicomiso del Centro Histórico del DF, Inti Muñoz.
3. ¿Quiénes más han participado como activistas en la toma de instalaciones universitarias? Roberto López, en 1994-1996, durante el movimiento de los CCH y, por cierto, actual diputado federal. Y, ¿qué tal en 1999-2000? No olvidemos la participación del flamante y “progresista” –así le llaman– jefe delegacional en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, en el movimiento que tomó y mantuvo cerrada durante casi un año la UNAM. Él era activista del CGH en la Facultad de Economía.
Así cómo no se va antojar tomar instalaciones…