Hay que recordar que Ford inventó la línea de ensamble, siendo la más innovadora en aquel momento. El movimiento ejecutivo que se realizó esta semana cae en la categoría de histórico. Mark Fields tuvo la mejor época de ventas de la industria americana, el volumen crecía y crecía; sin embargo, los accionistas no estaban contentos con el desempeño de la empresa.
Aunque sus productos actuales son los mejores y provienen de una gran inversión, la junta de hace aproximadamente un mes no fue nada buena para el equipo ejecutivo, terminando así con varias carreras, como la de la encargada de marketing y el anuncio del despido de dos mil puestos en el mundo. Finalmente, el domingo por la tarde se hablaba del retiro de Mark Fields.
La realidad actual
Hoy Ford puede reaccionar y poner en perspectiva el presente y sus ambiciones a futuro. Seguramente observará que aún estamos en una industria de productos con cuatro ruedas que es manejada por clientes que quieren más y más conectividad, facilidad y seguridad de uso. Con todo ello en mente, a su nuevo CEO, James Hackett, le han marcado las prioridades.
Básicamente su misión es crear una empresa Ford rápida, ágil, enfocada en el mercado y en los resultados, moderna en sus operaciones de producción y diseño, que se anticipe a los cambios del mercado, cosa que francamente, hasta hoy, con su mejor época de producto, sólo se había enfocado en la apuesta tecnológica a futuro, mediano y largo plazo.
Hoy, la certeza del presente de ese mediano plazo, debe ser clara y Hackett, quien viene de manejar el área de Smart Mobility, debe balancear lo que vende y lo que viene, así como agilizar la toma de decisiones de los productos para el mercado. Estoy seguro de que estamos ante la siguiente etapa de Ford, por lo que esperemos al Auto Show de Detroit 2018 para ver los primeros pasos del flamante CEO.