El Gobierno de la República sí debe contar con un protocolo para prevenir acciones terroristas.
Como fenómeno que no conoce fronteras, el terrorismo utiliza la violencia deliberada para provocar la intimidación de una amplia audiencia. Los métodos empleados varían, pero están al alcance de células organizadas o de “lobos solitarios”, de los que ninguna sociedad está exenta.
Los foros multilaterales más importantes continúan reconociendo que el terrorismo es una amenaza real que pone en riesgo la paz y seguridad internacionales.
Por tal razón, es indispensable que nuestras autoridades actúen coordinadamente con las entidades federativas para activar mecanismos de inteligencia que permitan identificar posibles atentados de esta naturaleza.
En el mismo sentido, es necesario revisar todos los instrumentos internacionales que hemos suscrito y aprobado con miras a cooperar con otros países en el combate al terrorismo.
Con Estados Unidos, por ejemplo, cooperamos a través de diversos mecanismos que permiten a ambos países trabajar cercanamente para identificar y prevenir atentados de esa naturaleza.
Las fuerzas armadas de México, Estados Unidos y Canadá también llevan a cabo ejercicios conjuntos que tienen como objetivo compartir prácticas y estrategias tendientes a inhibir ataques terroristas.
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Nuestro país es identificado como un actor pacífico que abraza la cooperación, el diálogo y el desarme.
También somos abiertos al mundo y nos insertamos en una economía global en la que mercancías y personas cruzan varias veces nuestras fronteras y nuestro espacio aéreo. Esto facilita a aquéllos que usan la violencia transitar y atacar a sociedades enteras.
Ante estas realidades, estamos a favor que las autoridades del gabinete de seguridad nacional revisen el protocolo que debería ser puesto en marcha ante una posible situación terrorista en México.
Sería ideal también que se comunique oportunamente a la sociedad cómo se debe conducir ante presuntos actos terroristas, o bien ante circunstancias en las que se esté empleando la violencia como método para lograr fines ajenos al bienestar y paz social de los mexicanos.
Los medios de comunicación también deben ser llamados a actuar con responsabilidad evitando la transmisión de imágenes que lejos de informar, hacen eco de los fines que busca el terrorismo: intimidar masivamente a la sociedad.
No al terrorismo, no al miedo. Sí a la convivencia pacífica.
Desde este espacio expresamos nuestra solidaridad al pueblo de España en estos momentos.