Durante mucho tiempo, los mexicanos han padecido gobiernos alejados del pueblo. Por eso, como resultado de las elecciones de julio pasado, la ciudadanía optó por un nuevo gobierno que tome en cuenta sus opiniones. Esa es una transformación profunda de cómo hacer las cosas.
No te pierdas: Consulta sobre el nuevo aeropuerto costará 1.5 mdp o más
Hay quienes piensan que en algunas obras, como el nuevo aeropuerto, por tratarse de una cuestión técnica, únicamente deben opinar los expertos. Es verdad que se requiere el conocimiento y la experiencia de personas preparadas. Eso nadie lo discute, ellos son y serán los responsables, pero la decisión final la debe tener la sociedad.
El dilema es, por un lado, resolver entre una construcción multimillonaria que va a salir más cara de lo presupuestado, con una gran incertidumbre respecto a su terminación completa y con afectaciones ambientales al lago de Texcoco y, por otro, optar por el aeropuerto en Santa Lucía y mejorar el actual. Por la dimensión del proyecto y los recursos que implica es pertinente que todo México conozca el tema y opine sobre él.
Es momento de que se reconozca que la ciudadanía es inteligente. Es importante que las autoridades admitan que ya se superó el tiempo en que se podía imponer la voluntad de una persona o unos cuantos funcionarios, pasando por encima de los intereses y deseos del pueblo.
En la nueva etapa que vivimos, la democracia será una forma permanente de gobernar. Por ello, se consultarán las decisiones más relevantes. No hay que subestimar a los ciudadanos. En la cuarta transformación, preguntar sobre las cuestiones públicas será una práctica cotidiana. Así, la democracia participativa será la base del nuevo gobierno.
Lee también: 4 de cada 10 mexicanos no está listo para consulta del NAICM
PUBLICIDAD
Por eso, se ha hecho un enorme esfuerzo para que la todos tengamos acceso a información imparcial y objetiva sobre los pros y contras de los proyectos aeroportuarios. No tomar en cuenta la opinión popular sería un grave error, más aún si lo que está en juego es que no se derrochen los recursos públicos. El pueblo de México tiene todo el derecho a participar y dar su opinión.