- Head of Business Intelligence de GBM
- Iván Barona estudió Administración y Finanzas en la Universidad Panamericana. Comenzó su carrera en GBM en 2004 como analista de vivienda e infraestructura, para posteriormente fungir como Estratega México. En 2012 ocupó el cargo de Director de GBMhomebroker y actualmente encabeza el área de Business Intelligence de GBM. Es profesor por asignatura en la UP y Lead Mentor en Collective Academy. Encuéntralo en twitter como @IvanBarona
Jeff Bezos: “Warren, tu estrategia de inversión es tan simple… eres el segundo hombre más rico del mundo, y es tan simple. ¿Por qué no es copiada por todo el mundo?”
Warren Buffett: “Porque nadie quiere volverse rico lentamente”.
Al parecer la plática entre estos multimillonarios tiene ya unos ayeres, pero de algo ha de haber servido el intercambio de ideas ya que Jeff actualmente se posiciona como el número uno, mientras que Warren no cede su puesto entre los primeros cinco.
Cuando la gente lee biografías de grandes inversionistas, usualmente ve cómo el talento, tenacidad y genialidad de un puñado de personas se convierte en épicas extraordinarias.
Lo importante es no dejar olvidar el papel tan relevante que la suerte juega, y que, si bien encontramos rasgos valiosos atados a virtudes, caemos en un sesgo de sobrevivencia donde sólo consideramos las historias documentadas de los triunfadores.
Es probable que existan personas con capacidades similares que no hayan encontrado el lado amable de la caprichosa fortuna, y hayan pasado sin dejar una biografía en la lista de best sellers.
Mi intención con esto no es desincentivar a la gente que, apoyada en el desarrollo de hábitos y talento, busca cambiar el mundo. Mi intención es señalar que, para los que buscamos generar un patrimonio y tomar las mejores decisiones financieras, la receta puede ser mucho más fácil de lo que esperabas, pero vas a necesitar tiempo y paciencia.
En ocasiones la gente busca el siguiente Amazon, el próximo Netflix, la historia donde, poniendo una porción de capital pequeña se pueda transformar en un monto significativo, si es rápido mejor. La realidad es que esas historias sí ocurren, el problema es tener el talento (de la mano de suerte) para identificarlas y la concentración que podría representar dejando a los inversionistas en posiciones vulnerables en ocasiones.
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Volverte millonario de un día a otro es una realidad, solo aclarando que ese “un día para otro” puede que este a unos años de distancia. Si, puede ser desalentador, pero mientras más rápido empieces ese día estará más cerca, y no de forma lineal, es decir empezar un año antes puede traducirse en alcanzar la meta dos o tres años antes.
Imagínate comenzar a aportar MX$1,500 al mes, si lográramos obtener un rendimiento de 10% anual compuesto, a finales del año 18, de un día a otro, pum! Tu patrimonio superará un millón de pesos.
Ahora, fijándonos en los detalles, mientras tú eres constante aportando MX$1,500 al mes, indirectamente contarás con la ayuda de alguien más, el interés compuesto. Tan solo en este ejemplo, cercanos a finalizar el séptimo año, el valor que aporta el interés generado por el capital es mayor a los MX$1,500 aportados en efectivo. Es más, hacia el mes 227 que alcanzas el objetivo, los intereses superaban MX$8,200. En esta estrategia tú sigues cooperando mientras que tus aportaciones previas lo hacen con creces.