Por Adriana Rosado
La incertidumbre siempre forma parte del ser humano, nos acompaña durante toda nuestra existencia ya que el cambio es parte de nuestra evolución, aunque en épocas difíciles se hace evidente en todo momento y aspectos de nuestra vida.
Es el apego a la seguridad y la resistencia al cambio lo que va a determinar si la tomamos como parte de nuestra evolución o si la sufrimos paso a paso.
¿Qué podemos hacer en tiempos como estos para que la incertidumbre juegue con nosotros el papel de maestro y no el de verdugo? Para practicar y sentir seguridad aún caminando sobre la cuerda floja.
La incertidumbre nos pone en esa zona de descubrimiento de habilidades que no sabíamos que poseíamos, de apertura a nuevas oportunidades y de aprendizaje de nuevas destrezas, si podemos aprender a convivir con esa incomodidad que trae consigo para crecer será un gran maestro, para ello debemos aprender a convivir con el miedo lo cual nos permite convertirlo en un motor para el crecimiento personal.
Importa en estos momentos lo que hacemos pero también cómo lo hacemos, es decir, la actitud que tomamos ante la vida, en especial cuando todo va mal.
La incertidumbre puede tornarse simplemente en un mundo nuevo de posibilidades si estamos dispuestos a tener esa óptica.
Muchas veces no saber qué esperar nos paraliza y nos imposibilita a tomar decisiones o queremos esperar con la finalidad de tener más información y tomar una elección certera.
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Es un estado que siempre nos acompañará en mayor o menor grado pero no debería ser un impedimento.
Lo que sí puedo hacer para que el miedo no haga corto circuito en mi reflexión en mi experiencia es:
- Aclara tus metas y objetivos, establece prioridades
- Crea un mapa de acciones y tiempos a realizarlas
- Concéntrate en lo que sí está en tu control
- Muéstrate abierto
- No te crees falsas expectativas, mejor observa las oportunidades
- Acepta los riesgos
- El fracaso es parte del éxito, sólo requiere levantarse
- Aumenta tu curiosidad, aprende nuevas formas y herramientas
- Sé valiente, aprovecha el miedo como un impulso o reto para tus objetivos
Visualizar y contarnos la historia con el final que queremos siempre nos ayudará a tener una actitud alentadora, observar nuestro diálogo interno y ser positivos hará una enorme diferencia en nuestro transitar en momentos de incertidumbre.
Siempre hay nuevos hechos, información, y situaciones que nos presentan nuevas maneras de incertidumbre, cuando pensamos que tenemos todo solucionado y por más que tratemos de “blindar” nuestras vidas siempre habrá algo que escape a nuestro control y que nos presente un nuevo momento de incertidumbre por lo que aprender a navegar en la tempestad nos ayudará a poder seguir nuestro camino y aprovechar vientos de cambio para poder tomar acciones asertivas y vivir plenamente aún en tiempos inciertos.
La crisis, que propone un momento donde todo es incierto, es un camino al interior al encuentro de nuestra grandeza, si nos permitimos esa mirada.