Muchos queremos un país de oportunidades; una nación que pudiera hablar al tú por tú en temas de Ciencia, Tecnología, Innovación, pero sobre todo en niveles de vida, ingreso per cápita, salud y satisfacción laboral.
Ya en un artículo pasado, hemos hablado de STEM (del inglés: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y la relación con las habilidades que necesitarán los jóvenes en un futuro. En esta ocasión queremos referirnos a su papel económico para impulsar a las nuevas generaciones y a la economía desde un contexto internacional.
El estudiar las STEM pueden tener un papel prioritario para el desarrollo de los países; se calcula que aunque sólo el 5% de los trabajadores de Estados Unidos están empleados en áreas relacionadas con STEM, estos son responsables de más del 50% de la expansión económica sostenida de esta potencia mundial (Adkins).
Un pequeño incremento en la fuerza laboral en esta área podría tener fuertes impactos económicos. El caso australiano, revelado en un estudio de PwC puede ejemplificar la importancia, se estima que un incremento del 1% de su fuerza laboral en STEM podría aumentar su Producto Interno Bruto (PIB) en más del 4.35%.
En caso contrario, si no se invierte en las materias de STEM en el presente, Australia, al igual que otros países, podría descender de las 20 economías más importantes para 2050.
Casos como el de Estados Unidos o Australia, muestran que las STEM pueden ser un poderoso acelerador económico que debemos pisar. Si un país quiere construirse con igualdad, con respecto a las demás economías desarrolladas, no basta con soñarlo, necesitamos desarrollar las capacidades de nuestra fuerza laboral con inversiones educativas de la magnitud de nuestros sueños.
Con participación del Ing. Roberto SaintMartin, CEO de Robotix. roberto@soyrobotix.com