El Covid-19 ha dominado al mundo en los últimos 13 meses, durante los cuales la economía fue colapsando, generando incertidumbre en casi todos los aspectos relevantes de una nación. La recuperación económica se ha convertido en tema prioritario para gobiernos, para analistas y para la propia ciudadanía.
El informe “Perspectivas económicas globales”, publicado durante este mes por el Grupo del Banco Mundial, presenta los diversos matices de la economía mundial, haciendo hincapié en que esta recuperación será un proceso a largo plazo, motivo por el que los gobiernos tendrán que enfocar sus esfuerzos en mejorar el entorno empresarial, reducir los índices de desempleo, establecer nuevas y mejores bases para la inversión, políticas públicas consistentes, gestionar la deuda pública eficientemente, entre muchos otros rubros, pero principalmente deberán aprovechar para rediseñar sus estrategias y generar cambios estructurales.
Con base en este informe, se espera un crecimiento económico global del 4% durante el 2021; sin embargo, esta cifra sigue estando 5 puntos porcentuales por debajo de las proyecciones realizadas antes de la pandemia. Estas proyecciones podrían modificarse hacia dos escenarios: uno negativo, en el que no exista control de la pandemia, por lo que el crecimiento de la economía se limitaría al 1.6%, y un escenario optimista, en el que el control de la pandemia sea eficiente y se logre un incremento del 5% o más.
Las economías emergentes y economías en desarrollo, principalmente la de China, cuentan con una mayor posibilidad de recuperación en un menor tiempo, al contrario de economías como la de México, que presentan un mayor número de limitantes para lograr dicho avance.
Se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) agregado de economías emergentes y en desarrollo, incluida la de China, crezca un 5% durante este año. En particular las proyecciones para China son de un 7.9%, tras el crecimiento del 2% que tuvo el año pasado aún con la pandemia; para el resto de los mercados emergentes y economías en desarrollo se espera un crecimiento del 3.4%. Por otro lado, para las economías con bajo nivel de ingreso se prevé que la actividad aumente un 3.3%.
Ante una situación de mayor control y estabilidad, se prevé que durante el 2022 el crecimiento sea moderado, y se logre aproximadamente un 3.8%, todavía golpeado por los estragos de la pandemia.
El mundo se encuentra viviendo una compleja realidad, con inimaginables niveles de pobreza, ciudadanos debilitados; en algunos casos, gobiernos poco capacitados, sectores productivos desafiados por la nueva forma de hacer negocios; todos estos elementos son clave para que las proyecciones de la economía sean favorables durante los siguientes 11 meses del año.
Sin embargo, el escenario seguirá siendo de incertidumbre mientras existan nuevas olas de contagio, los retrasos en la aplicación de la vacuna se prolonguen y la confianza de consumidores, empresarios y ciudadanía se recupere.