El pasado primero de febrero, dio inicio el segundo periodo ordinario de sesiones del H. Congreso de la Unión (Cámara de Diputados y Senadores), correspondiente al tercer año de ejercicio legislativo, en donde el titular del Ejecutivo Federal presentó una iniciativa con carácter de preferente, que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica, con la finalidad, en términos generales, de llevar a cabo la recuperación de PEMEX y CFE.
En nuestro país, al cierre de 2018, la producción de energía eléctrica, considerando la generación bruta de la CFE, y la recibida (neta) de los diferentes permisionarios, fue de 317,278 gigawatts hora (GWh), de los cuales las energías limpias representan el 23.2%.
Sin embargo, la nueva Política de Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional y otras medidas recientes, dificultan el desarrollo de las energías limpias y renovables debido a que la meta de 2018 no se cumplió y con las nuevas restricciones a la energía renovable, sería imposible cumplir las metas subsiguientes (25% para 2018, 30% para 2021 y 35% para 2024).
Destaco que, aún no se discute y mucho menos se ha aprobado dicha iniciativa en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, lo que implica, que puede tener modificaciones tanto en las comisiones a las que se turnó, como en el pleno, lo cual, sería muy importante, sobre todo para que no exista afectación al crecimiento y participación de nuevas fuentes de generación de energía limpia y renovable, respetando el principio de progresividad ambiental, al facilitar la generación de energía a través de fuentes contaminantes; de ahí que, debemos esperar a que ocurra el proceso legislativo previsto en la Constitución Federal, para sacar conclusiones respecto del tema que nos ocupa.