El tema de la obligación a los estudiantes a encender la cámara en la hora de clase virtual, ha generado un gran debate en estos tiempos de pandemia y no es exclusivo de México, se discute en casi todas las partes del mundo. No existe una definición escrita del deber ser, también se entiende que existen diferencias como edad de los estudiantes, nivel académico, tipo de curso, acuerdos o tipo de actividades.
La mayoría de los académicos toma decisiones con respecto a su juicio y experiencias vividas, pero debemos recordar que existen muchos investigadores que están trabajando en el tema y nos pueden dar una mayor claridad y diferentes puntos de vista más actualizados a las diferentes generaciones con las que trabajamos.
La doctora Torrey Trust, de la Escuela de educación de Massachusetts es autora de muchas publicaciones sobre este tema. Ella comenta lo siguiente en una infografía que se distribuyó en las redes.
1.- No dar puntos o poner la asistencia por prender la cámara.
2.- No sacar a los alumnos si tienen la cámara apagada.
3.- Sí permitir a los estudiantes decidir si prenden o no su cámara y Sí permitir que usen fondos de pantalla de cualquier tipo.
4.- Sí preguntar de manera frecuente si entendieron y permitirles hacerlo por chat o audio o por reacción no verbal como un emoji (icono).
5.- Usar herramientas digitales de evaluación como Kahoot, Google Forms, Poll Everywhere, Socrative, Formative, Classkick, Ted-Ed, Nearpod, etcétera.
La razón es que los alumnos se pueden sentir incómodos al mostrar su espacio vital o su casa a los compañeros. Los estudiantes pueden tener problemas de Internet y sin imagen puede mejorar la señal. Los estudiantes se pueden sentir apenados o incómodos en cámara.
Cuando el profesor no les gusta dar su clase con pantalla obscuras sin ver a sus estudiantes, recomiendan solicitar a cada uno del grupo, poner una foto de su credencial o su selfie favorita y cuando la cámara está apagada, el profesor podrá tener una audiencia virtual con imágenes. Trust comenta que son tiempos retadores para todos.
Si los estudiantes están luchando en poner atención, platiquemos con ellos más que suponer sobre sus acciones o castigarlos por la falta de interés en la clase según lo que asumimos en nuestra perspectiva.