El volverte una leyenda en el medio artístico no es una tarea sencilla, pues no sólo se necesita talento, ni muchos años de trayectoria artística, sino que se necesita entregar el alma y el corazón al grado de que la gente se apropie de ellos y los sienta suyos.
Y es que el hecho de que el público te abrace y te haga sentir en tu hogar sin importar el lugar en el que estés, es una gran hazaña que sólo aquellos que nacieron con un don, pueden lograr.
Por más de cinco décadas, Cepillín se encargó de esparcir alegría en México y el mundo, y es por ello que se convirtió en una leyenda aún en vida, y hoy es objeto de admiración, de recuerdo, de homenaje y de alegría.
Hace un par de años, tuve la fortuna de reencontrarme con “El Payasito de la Tele” por última vez, y la dicha con la que se refiere a su gente y su carrera, lo consagran como uno de los artistas más queridos.
Y es un asunto que se vuelve impresionante, porque el fenómeno de amor que Cepillín consiguió en su público, es algo fuera de este mundo, porque no existe persona que no haya sido marcada por Cepillín y que no lo quiera.
“Si, afortunadamente me quieren y me quieren bien y yo también a ellos, pero es que después de todo lo que he vivido, pues tengo que hacer algo y hay gente que me dice que yo tengo mucha vida y me han dicho que comunico alegría y amor, y pues por algo estamos aquí”.
Con esas palabras, fue con las que Ricardo González demostró su amor por su público y su pasión por lo que hizo durante 5 décadas.
PUBLICIDAD
“Son más de 40 años de estar en esto, de haber abandonado mi carrera de odontología para incursionar en el medio artístico con los niños y la familia, y han pasado ya más de 40 años en algo en lo que comencé diciendo: ‘esto lo haré como hobby’, y gracias a Dios son muchos discos y muchos programas de televisión, agradezco las películas, los premios, los viajes, el conocer a la gente linda”.
Cepillín siempre se caracterizó por ser la encarnación de la alegría, y por esparcirla en cada lugar que pisó, y es que si de algo estoy seguro es que no importa la edad, todos nos sabemos al menos una canción de este entrañable personaje, y en la gran mayoría de los casos, Cepillín marcó y seguirá marcando la infancia de muchos de manera positiva.
“Todo ha sido mágico, y no quejo de nada, pero del 80 para acá pues no ha habido tanta televisión pero mis canciones me han mantenido hasta la fecha y va pasando el tiempo y de repente, me acuerdo cuando le hacían homenajes a “El Piporro” y le iban a poner una estatua y él decía: “¿será por qué estoy viejo?”, y entonces hoy me pregunto si será porque estoy viejo o porque en verdad me lo merezco. Para mi todos los reconocimientos que me hacen son muy grandes y muy valiosos”.
Y es que a pesar de que hoy nos despedimos de un grande del entretenimiento como Cepillín, también lo abrazamos y con él abrazamos los buenos momentos que nos obsequió con sus canciones, y con su alegría.
Ricardo González, comenzó su andar en el medio artístico como un hobby y ese pasatiempo terminó por obsequiarle a México y al mundo, 50 años de alegría y buenos momentos.
Es por ello que esto, más que una despedida es un “Hasta Pronto”, pues Cepillín vivirá siempre en sus programas, sus películas, sus shows y sus canciones, y sobretodo vivirá en los corazones de todos los que crecieron con su alegría. ¡Larga vida a Cepillín!