En marzo de 2020 la pandemia provocada por el coronavirus llegó a México y nos obligó a cancelar clases, cerrar negocios y suspender la mayoría de la actividad económica del país. En ese momento los ciudadanos consideramos que el gobierno respondería ante la crisis y apoyaría a las empresas a sobrellevar las dificultades. Sin embargo, la ayuda nunca llegó y el presidente se deslindó de la responsabilidad, abandonando a los mexicanos a su suerte.
A más de un año del inicio de la pandemia, el desempleo y la informalidad prevalecen en la economía. Las estimaciones indican que la tasa de desempleo se encuentra en 4%, mientras que de las personas ocupadas 55% se encuentran en la informalidad. Esto quiere decir que únicamente el 41% de la población económicamente activa cuenta con un empleo formal.
Lamentablemente, en nuestro país la ausencia de apoyos económicos del gobierno dejó a más de cuarenta mil empresas sin otra posibilidad que la quiebra definitiva y a millones de personas sin una fuente de ingresos de manera directa o indirecta.
Además, las familias mexicanas también han sido golpeadas en el último año por la inflación, que continúa incrementando los precios de bienes indispensables como los de la canasta básica. En los primeros quince días de julio la cifra de inflación se colocó en 5.75% a pesar de que el Banco Central de México, Banxico, tiene como objetivo mantenerla en el rango de dos a cuatro por ciento. Es decir, la mayor parte de los trabajos son informales, muy mal pagados y el costo de vida sigue incrementando.
Por si esto fuera poco, la pandemia solo aumentó la desigualdad en México con estados en el norte como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas que han podido recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia mientras en el sur, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco tienen rezagos significativos en su actividad económica.
No obstante, la entidad más preocupante es la Ciudad de México que en el primer trimestre del año sufrió un desplome del 9% en su economía. La reapertura de los últimos meses nos posiciona para crecer al 7% este año según los datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sin embargo, esta cifra no refleja la adversidad que enfrentan las familias mexicanas todos los días.
La recuperación es lenta y complicada pues el gobierno nunca contó con una estrategia clara para impulsar la economía o implementar las medidas sanitarias correctas. El subsecretario de salud López-Gatell activamente engaña a la población, confunde con mensajes contradictorios y es responsable por los millones de enfermos y cientos de miles de muertes que podían evitarse con buena planificación y comunicación.
Ahora, a muchos meses desde el inicio de la pandemia, la factura está saliendo muy costosa por la inacción del gobierno y la están pagando todos los mexicanos en vidas y trabajos. La vacunación tampoco avanza a nivel nacional con la contundencia y eficacia necesaria para asegurar la recuperación que necesitamos e impedir un estancamiento que nos afecte durante décadas. Las acciones de los próximos meses terminarán por sentenciar el futuro de México o servirán para recuperar lo que hasta ahora ha sido un desempeño catastrófico. Al tiempo…