La preparación realizada en las montañas del Estado de México fue determinante en la victoria del brasileño Fabricio Werdum, quien esperó el momento preciso para atacar al mexicano-estadunidense Caín Velásquez y destronarlo.
Por 35 días entrenó Werdum en el Centro Ceremonial Otomí, lo que le permitió llegar en óptimas condiciones físicas, contrario a Caín, quien incluso lucía cansado desde el segundo episodio de la pelea que se realizó en la Arena Ciudad de México.
“Preparé mi mente por dos años, creía en este momento. Sentía los impactos pero no me mareaba, vi que empezó a cansarse y pensé que era buen momento (de liquidar la pelea), sabía que iba a entrar en mis piernas, lo iba a agarrar cansado”, recordó el sudamericano.
El nuevo campeón absoluto de peso completo de UFC se mostró agradecido con su equipo de trabajo, familia y amigos, quienes lo apoyaron para ganar una de las peleas más importantes de su carrera, en la que vive su mejor momento.
“Estoy en el mejor momento de mi vida, Caín es un guerrero, me pegó mucho. Yo venía bien preparado en cuerpo y mente, me siento bien de ser el mejor del mundo, tengo éste cinturón y otro en casa, los dos son verdaderos, estoy feliz”, expuso.
Orgulloso de representar a Brasil, dejó en claro que cuenta con “el mejor equipo del mundo, estoy agradecido con todos. Gracias a él (Caín) por aceptar esa pelea”.
Resaltó que él y Caín primero deben recuperarse de la “guerra” ofrecida antes de pensar en la revancha, la cual le gustaría que se realizara en Las Vegas, pues sus últimas dos batallas fueron en el Distrito Federal.
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