Florida es un estado célebre por varias razones. Miami, su ciudad más poblada, es un referente turístico como puerto de cruceros y goza de un clima tropical único en los Estados Unidos. Por otro lado, goza de playas extensas, pantanos con cocodrilos y residencias de lujo. Y Orlando es famoso por sus parques temáticos, como Disney World, Epcot y Universal.
Kissimmee es una ciudad pequeña ubicada a sólo 35 kilómetros del centro de Orlando con una población que apenas supera los 60 mil habitantes. Justamente ese ambiente acogedor es lo que la ha convertido en uno de los mejores destinos del estado.
Sin duda, los parques son una de las mayores atracciones del sector y Kissimme está muy cerca de ellos. Ya sea las vertiginosas montañas rusas de Busch Gardens, o los parques de Disney y Universal, este destino es ideal para visitarlos, tanto por distancia como por paisajes y hotelería.
Con más de 50 mil alojamientos, la oferta es suficiente para acomodarse a todos los tipos de viajeros y de presupuesto.
Hay que destacar que durante 2017, el impacto turístico en el condado que alberga a Kissimmee, Osceola, fue de seis billones de dólares.
Atracciones salvajes de Florida
Una de las virtudes de hospedarse en un pueblo pequeño es la mínima irrupción del concreto en los paisajes naturales.
Por eso, Kissimmee hace gala de un turismo natural y de aventuras bastante amplio. Ya sea en tirolesa desde las copas de los árboles, admirando la majestuosidad de los cocodrilos en su hábitat o recorriendo los pantanos en botes anfibios, los paisajes no dejan de asombrar al visitante.