Habitualmente no ponemos atención en nuestra salud intestinal hasta que nos aqueja algún malestar que requiere la intervención de un doctor y/o medicamento. Y es que resulta común que nos enfoquemos en el peso y en quemar grasa, perdiendo de vista otros factores clave para nuestro bienestar.Diversos estudios han demostrado que una tercera parte de las personas que habitan en la Tierra tienen alguna forma de malestar digestivo; entre los más frecuentes se encuentran: distensión abdominal, estreñimiento o evacuaciones de consistencia líquida.
Lo que necesitas saber sobre la flora intestinal
Para entender mejor cómo funciona nuestro cuerpo y la manera en que podemos cuidarlo de una forma más adecuada, Alberto Molás, miembro del Consejo Médico de Herbalife Nutrition, comparte algunos detalles sobre la flora intestinal.
“El ecosistema microbiano del intestino incluye especies nativas que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal, y una serie variable de microorganismos vivos que transitan temporalmente por el tubo digestivo. Las bacterias nativas se adquieren al nacer (por el canal de parto) y durante el primer año de vida (lactancia materna), mientras que las bacterias en tránsito se ingieren continuamente a través de alimentos o bebidas, por mencionar sólo algunas formas. La microbiota intestinal, mejor conocida como “flora intestinal”, es la comunidad de microorganismos vivos reunidos como pobladores de un ecosistema, el cual se compone de todas estas bacterias y está formado por unos 100 billones de microorganismos, es decir, más de 10 veces el número de células presentes en todo el cuerpo”.
Funciones primarias de la microbiota intestinal:
• Funciones de nutrición y metabolismo. Como resultado de la actividad bioquímica de la flora que incluye recuperación de energía, producción de vitaminas y efectos favorables sobre la absorción de hierro y calcio en el colon.
• Funciones de protección. Previenen la invasión de agentes infecciosos o el sobrecrecimiento de especies con potencial patógeno.
En 2001 la Organización Mundial de la Salud (OMS) avaló los probióticos como “microorganismos vivos que, administrados en las cantidades adecuadas, son beneficiosos para la salud del consumidor”. Podemos encontrar los probióticos en el yogurt obtenido en la fermentación de la leche, así como en otros derivados lácteos. Los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo no son la única manera de cuidar nuestra salud intestinal.
Básicos de salud intestinal
1. Consume fibra. La fibra favorece el tránsito intestinal del bolo alimenticio, dando volumen y consistencia a dicha materia hasta que es evacuada de nuestro organismo como materia fecal. Debes consumir al menos entre 30 y 40 gramos de fibra al día.
2. Bebe suficientes líquidos. Como vimos en el punto anterior, la fibra nos ayuda a dar volumen y consistencia al bolo alimenticio, pero no sin la ayuda de los líquidos. Es importante consumir al menos 2 litros de agua al día; esta cantidad es un promedio y el té y la leche son también buenas opciones.
3. Evita los alimentos procesados. Reduce el consumo de aquellos alimentos que no se encuentran en estado natural, por ejemplo: comida para preparar en microondas, bolsas de papas fritas, galletas, dulces, entre otros. Esto se debe a que, a menudo, contienen grandes cantidades de grasas saturadas (grasas malas), sal y conservadores que pueden enfermar nuestro organismo.
4. Nunca comas de prisa. Recuerda que la digestión inicia en la boca, con una correcta masticación. Toma tu tiempo para comer lentamente y en un ambiente relajado, logrando degustar cada bocado.
5. Practica algún tipo de ejercicio. Los expertos recomiendan hacer mínimo 30 minutos por día. El ejercicio mejora el tránsito intestinal y acelera el metabolismo.