Izakaya significa cantina en japonés y son muy populares en el país asiático para tomar algo después del trabajo, mientras se acompaña por bocadillos frescos y deliciosos preparados al momento y justamente este concepto es el que reproduce el chef Matsumoto por la calidad de sus alimentos, su extensa carta de bebidas y sakes y el buen ambiente que se genera desde que el personal te recibe con la palabra de bienvenida Irasshai.
La carta de alimentos, me aventuro a decir sin corroborar el dato y solamente guiándome por el menú impreso en una lona, han de ser poco más de dos centenas de preparaciones distintas de sus platos principales como sashimi especial, conchas, sashimi, nigiri, hosomaki o conos, don, ramen, udon, seiro meshi, ochazuke, además de las entradas, ensaladas, sopas y robatas (bochetas) en los que utiliza como ingredientes estrella pescados y mariscos traídos de Ensenada, Baja California, además de otras exquisiteces como pato, carne Wagyu, algas, huevo de codorniz, cordero, salmón, anguila, por mencionar solamente algunos.
De entrada pedimos el sashimi de atún mixto en el que se sirven tres porciones de este pez: akami, de un color rojo intenso y que es extraído de la parte ventral y de la espalda; Chu-toro, de textura carnosa y grasa que por su sabor equilibrado es bien recibida en el paladar; y Oo-toro, de sabor tan exquisito que provoca el despertar del sabor umami en la boca. Sin duda, el chef sabe lo que hace y lo demuestra con este plato que te lleva de menos a más.
Engolosinados, se espera el segundo platillo, mientras se pide una copa de vino blanco japonés Kura que marida a la perfección con la robata de atún mixto, la cual consiste en tres brochetas calientitas de cachete, cabeza y garganta de atún azul. ¿Cómo un plato tan sencillo puede resultar tan delicioso al paladar? la respuesta, sin vacilación alguna, tiene que ver con la técnica y ejecución de quien lo prepara para presentarlo con sabores equilibrados. Es muy recomendable que no hagas a un lado la hoja shisito que lo acompaña y la pruebes después de algunos bocados ya que su sabor, parecido al de la menta, cortará la sensación grasa que llegaras a sentir.
El atún empanizado, que llega como tercero, tiene tan hermosa presentación que resulta obligatorio tomarle la foto para presumirla en las redes sociales. Se trata de una bola de atún crocante bañado con salsa tártara, col encima y un poco de salsa tonkatsu, que se elabora principalmente con salsa inglesa, un poco de catsup, mirin y salsa de soja que da como resultado un delicado sabor.
Por último, probamos el Battera spicy tuna, con el que pudimos corroborar la creatividad del chef para adaptar algunos ingredientes mexicanos para potencializar sus creaciones. En un plato se sirven trozos de atún montados en una cama de arroz, como el sushi, acompañados de aguacate, salsa spicy, un poco de cebollín, rodajas de chile jalapeño crudo y tobiko, que son diminutas huevas de pescado que le dan una vistosa presentación y así complementar su contrastante sabor de dulce y picosito, provocando el deseo de pedir más y más platos de esta extraordinaria preparación.
Para cerrar con algo dulce, se opta por el tradicional postre japonés, un mochi helado, que lleva crema batida cubierta con mochi (pasta de arroz) acompañado de algunos frutos y así concluir esta deliciosa experiencia gastronómica que viene a demostrar que hay algo más allá de los tacos, los cortes y mariscos a los que estamos tan acostumbrados la mayoría de los mexicanos y que deberíamos de darnos la oportunidad de dejarnos sorprender por nuevas propuestas culinarias.
En resumen, el Kura es un restaurante para visitar con los amigos por sus creativos y deliciosos platos a base de ingredientes de alta calidad, su enorme carta de sakes, té y cervezas japonesas, así como las muy conocidas bebidas y cócteles que se encuentran en cualquier bar, su ambiente agradable y, sobre todo, como un reconocimiento al esfuerzo, dedicación y cariño del chef Takeya Matsumoto por recrear fielmente una agradable costumbre japonesa en nuestra ciudad.
