Uno de los artistas más reconocidos a nivel nacional e internacional es el oaxaqueño Francisco Toledo, el «brujo» de Juchitán.
Toledo, a través de su magia creativa y apoyo filantrópico al país que lo vio nacer, dedicó su trayectoria artística a plasmar algunos momentos de su vida a través de la inspiración plástica.
En su obra plasmó los recuerdos de su infancia, en el que estuvo presente el acercamiento a una gran variedad de animales.
En sus últimos años expresó su opinión sobre acontecimientos sociales que marcaron la vida nacional, como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Su carrera
Toledo incursionó en el grabado, la escultura y la pintura.
Su legado artístico fue tan amplio que el Fondo Cultural Banamex en 2016 logró recopilar más de siete mil obras alrededor del mundo a través de fotografías.
Asimismo sobresalen sus exposiciones en las galerías más emblemáticas de París, Barcelona, Oslo, Nueva York, Londres o Ginebra que difundió sus obras alrededor del mundo.
En México, LS/Galería, espacio artístico de importantes talentos nacionales e internacionales, cuenta con algunas de sus obras más icónicas, logrando llevarlas desde el recinto artístico hasta la colección personal de los hogares de los amantes de la expresión plástica.
Del museo a tu hogar
Con motivo del natalicio de Francisco Toledo este 17 de julio, LS/Galería enmarca tres de sus obras que pueden ser trasladadas de la exposición pública a la colección personal:
«Hombre y perro», muestra una persona en compañía del animal emblemático de muchas de sus obras; desde los ojos de Toledo se expresa la complicidad existente entre el ser humano con los canes.
Así mismo, de forma más íntima, «Mapa de Juchitán (Mi casa)», es una pintura en la que nos comparte su perspectiva geográfica del pueblo oaxaqueño del que orgullosamente fue originario.
Finalmente, en «La calavera» retoma uno de los simbolismos presentes en la cultura mexicana sobre la visión que se tiene de la muerte.
Con diferentes detalles clave, el artista mexicano siempre buscó remarcar la inspiración que encontró en los claroscuros de sus raíces y que plasmó en la mayoría de sus creaciones.