Cuauhtémoc Blanco Bravo, el segundo de seis hermanos varones, nació el 17 de enero de 1973 en la colonia Tlaltico de la Delegación Azcapotzalco. Pasó sus primeros años jugando “cascaritas” con sus amigos de la infancia, acompañado de sus hermanos y de su madre, a quien adora por sacarlos adelante desde pequeños.
Desde los seis años es aficionado al América, equipo al que llegó gracias a un cazatalentos que lo reclutó tras verlo jugar en el barrio de Tepito con su equipo llamado “Impala”. En su primera prueba falló, pero en el segundo intento logró quedarse con las Águilas, con quienes firmó un contrato por tres años. Su primer sueldo como futbolista fue destinado para comprarle un pastel a su madre.
En las inferiores del América conocería a jugadores como Germán Villa, Víctor Salas, Isaac Terrazas y Raúl Rodrigo Lara quienes se convertirían en sus mejores amigos.
Comenzó a escribir su historia en el futbol en 1991, cuando debutó profesionalmente con la casaca azulcrema frente a León en el Nou Camp. Su primer gol llegó semanas después, enfrentando a Tecos en el Estadio 3 de Marzo de Zapopan.
Poco a poco, Cuauhtémoc iría convirtiéndose en ídolo del América gracias a su carácter, a su historia de vida y principalmente, a su talento en las canchas. Estas cualidades lo llevarían a la Selección Mexicana, con quienes disputó los Mundiales de Francia 1998, Corea Japón 2002 y Sudáfrica 2010 y se anotó en todos ellos.
Su carrera futbolística ha transcurrido en nueve clubes más, además de sus Águilas: Necaxa, Valladolid, Veracruz, Chicago Fire, Santos Laguna, Irapuato, Dorados de Sinaloa, Lobos BUAP y hoy, Puebla.
Por ser figura de las Águilas, Cuauhtémoc Blanco se ganó la enemistad de gran parte de la afición mexicana, de gran sentimiento antiamericanista. Sin embargo, cuando cambiaba la jersey azulcrema por la tricolor, era ovacionado y aplaudido por todos los aficionados, dándole así el estatus de ‘ídolo’ dentro del futbol nacional.
Cuauhtémoc es de esos personajes que representa los sueños de la mayoría de los mexicanos: Venir desde abajo para destacar profesionalmente. Es el ejemplo de muchos niños y jóvenes que buscan en el futbol, el medio para salir adelante a pesar de que se nazca con un 3-0 en contra por la situación económica y social del medio donde les tocó nacer.
Además, su forma de ser, sus vicios, sus polémicas, sus errores y sus anécdotas lo han hecho un futbolista cercano al aficionado, que ve en él “uno más” de ellos, lejos del glamour o la etiqueta de “inalcanzable” que el futbolista promedio ostenta.
¿Qué lo hizo ídolo para el futbol mexicano? Recordamos sus mejores momentos con el Tri.
Gol vs Bélgica en Francia 1998
La “Cuauhteminha”
Blanco sorprendió al mundo en el duelo ante Corea del Sur en Francia 1998 cuando usó la “Cuahteminha” para quitarse a dos defensores rivales.
Gol vs Croacia en Corea Japón 2002
Gol vs Francia en Sudáfrica 2010
Gol vs Brasil en la final de la Copa Confederaciones 1999
Ovación en el Estadio Azteca en 2009
Se había “retirado” del Tri en 2008, pero en 2009, Javier Aguirre lo llamó para intentar rescatar la eliminatoria rumbo a Sudáfrica 2010. En el duelo 2-0 ante El Salvador en el Estadio Azteca, Blanco salió de cambio y el Estadio Azteca se le entregó al ovacionarlo de pie durante varios minutos. Ha sido el último jugador en recibir este honor por parte de la afición tricolor en el ‘Coloso de Santa Úrsula’.
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