La vida de los llamados “Pikolines” ha dado un giro de 180 grados.
En el pasado Marco Antonio Palacios era el estelar de los gemelos: titular indiscutible con Pumas desde el Clausura 2006 y campeón en el Clausura 2009 y 2011, mientras que su hermano Alejandro estaba relegado en la banca.
Fue hasta el Clausura 2011 con el retiro de Sergio Bernal que el Pikolín II se hizo con la titularidad del marco de Pumas y desde entonces no la ha soltado a tal grado de que se ganó un llamado a la Selección Mexicana con la cual podría debutar este miércoles ante Senegal.
Mientras tanto, Marco Antonio fue prestado al Morelia donde sus minutos de juego disminuyeron considerablemente y solo disputó nueve encuentros.
Cuando terminó el periodo de préstamo, el “Pikolín I” regresó a Pumas confiado en que recuperaría su lugar y no solo no lo hizo sino que ni siquiera fue considerado como parte del equipo al no entrar en planes; Tapachula del Ascenso MX le ofreció un contrato pero lo rechazó.
Ahora el zaguero de 34 años entrena en La Cantera con los jóvenes Pumas a la espera de “agarrar” equipo para la segunda mitad del 2016, de lo contrario, seguirá con esa misma actividad hasta que su contrato culmine.
Polos opuestos son los que viven los hermanos, pues mientras uno está entrenando en Miami para un duelo con la selección, el otro lo hace en las instalaciones de la UNAM pero sin equipo alguno.
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