Saúl «Canelo» Álvarez no se harta que le pregunten tanto sobre Gennady Golovkin.
«Claro que no. Me gusta porque será una pelea grande», replicó el campeón mexicano de peso mediano.
En teoría, el motivo de la rueda de prensa de Álvarez el martes en Nueva York era la promoción de su combate contra Amir Khan, el 7 de mayo en Las Vegas.
Pero inevitablemente casi todas las preguntas se enfocaron en Golovkin, el invicto ucraniano que ganado sus últimas 21 peleas por la vía del nocaut.
¿Cuál es el obstáculo? ¿Será en septiembre de este año?
Álvarez subrayó que la tan anhelada pelea entre los dos exponentes del peso mediano se hará realidad.
«Esa pelea se va a dar, pero son peleas que necesitan tiempo para su negociación», afirmó Álvarez. «No son peleas que se pueden dar tan rápido, porque hay muchas cosas por detrás. Pero se va a dar porque es una de las peleas que quiero, una de las peleas que le quiero dar a la gente».
En eso coincidió su promotor Oscar De La Hoya.
«Será una pelea que superará a Manny Pacquiao contra Floyd Mayweather», vaticinó. «Es una pelea que ofrecerá acción y un nocaut. Es solo cosa de tiempo».
Los mensajes de paciencia no consuelan a «Triple G», como se le conoce al ucraniano, quien no ocultó su fastidio cuando supo que Álvarez había pactado enfrentar a Khan.
Golovkin no tuvo otro remedio que aceptar una defensa obligatoria de su título de la Federación Internacional de Boxeo ante Dominic Wade el 23 de abril en Inglewood, California.
La pelea Álvarez-Khan se disputará en un peso intermedio de 155 libras, uno que favorece al mexicano. El británico, en cambio, deberá subir de las 147.
«No es una pelea que beneficie al boxeo», se quejó Golovkin el mes pasado. «Amir Khan no es malo, (pero Canelo) lo va a vapulear… Hay una enorme diferencia en cuanto a físico. Yo quiero que me den una oportunidad».
¿La respuesta de Álvarez? Que no se desespere, y se puso como ejemplo de paciencia.
«Son peleas que he tenido la experiencia que deben tomar tiempo para que se puedan dar. Con Miguel Cotto tomamos tres años, pero al final se dio», dijo Álvarez, al referirse al triunfo sobre el púgil puertorriqueño en noviembre pasado, la última vez que subió a un ring.
Cuando Álvarez habla de muchas cosas por detrás, se trata de una negociación que incluye el factor del peso en el que eventualmente deberán pactar, 155 o 160 libras.
«Yo he sacrificado mi cuerpo y muchas cosas para peleas con Floyd y Cotto», dijo Álvarez, de 25 años. «He sacrificado muchas cosas para medirme contra los mejores, ganarle a los mejores. Y en este momento no estoy para darle ventajas a nadie. Ya las di cuando tenía que darlas. Se tendrá que hacer de alguna manera en la que los dos estemos conformes».
Por ahora, Álvarez (46-1-1, 32 nocauts) no quiere subestimar a Khan (31-3, 19 nocauts), en la cartelera que inaugurará la T-Mobile Arena, con capacidad para 20.000 espectadores: «Es un peleador rápido y elusivo, que sabe complicar», afirmó.
Khan analizó la pelea con la perspectiva de que no tiene nada que perder, confiando que su agilidad marcará diferencias ante la potencia de Álvarez, a quien le saca cuatro años de diferencia. Hasta se aventuró en asegurar que el retirado Mayweather hubiera sido un rival más fácil que Álvarez.
«Será la primera vez en mi carrera que no salgo como el favorito y no me preocupa», dijo el británico. «Le he visto pelear y he notado que ha tenido más dificultades contra boxeadores que se saben mover y yo sé moverme».
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