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Los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 están a la vuelta de la esquina, y como cada cuatro años, hubo atletas mexicanos que no podrán asistir a la cita debido a la ya constante falta de recursos.
Esta es la historia de dos de ellos: Mario Santillán, quien por cierto ya fue medallista paralímpico, y Aureliano Valenzuela, ciclista que demostró, en otra disciplina, tener los arrestos para ser un digno representante de México.
Comencemos por Mario, destacado corredor de fondo que logró el oro paralímpico en Beijing 2008 en la prueba de maratón. Para esta justa de 2016 las clasificaciones cambiaron y ya no pudo seguir en su especialidad.
“Tuve la oportunidad de representar al país en Beijing, mis primeros Juegos Paralímpicos, ahí gané la medalla de oro en maratón con récord mundial y olímpico”, contó el originario de Axapusco, Estado de México.
“Para estos juegos de Río cambiaron la clasificación, yo era T-46, es decir, amputación de miembro superior, o sea del brazo no importando la altura; después vino el cambio, los que tienen la amputación por abajo del codo subían a T-47 y en esa división sólo podían participar en pruebas de 100, 200 y 400 metros, y yo entonces entré automáticamente a esa categoría, me quedé fuera de mi prueba que era el fondo”, reveló Santillán, quien tiene una discapacidad de nacimiento, llamada Síndorme de Poland, ausencia de músculo pectoral superior derecho y la mano.
Y agregó: “Yo soy un atleta de resistencia, nunca iba a poder correr 400 metros, entonces tuve que buscar otro deporte”.
Y está también el caso de Aureliano Valenzuela, ciclista que tenía tiempo preparándose para asistir a su primera justa olímpica pero que llegado el momento, le notificaron que no podría luchar por un lugar debido a la falta de recursos.
“Estábamos buscando la puntuación que se requiere para Río y teníamos que ir a un Mundial a Italia en marzo para pruebas de pista o ruta. Debido a la escasez de recursos no nos llevaron; la Federación dijo que no había y se nos desmoronó el sueño, ellos se enfocaron a otras disciplinas”, mencionó el mochiteco.
Aureliano tiene una lesión de todo el plexo braquial izquierdo, es decir, tiene el brazo izquierdo totalmente inmóvil debido a un accidente que sufrió hace más de 20 años en la Ruta México cuando una persona, al parecer en estado de ebriedad, arrolló a un grupo de ciclistas al que él pertenecía en la Sierra de Ojuelos.
“El ciclismo paralímpico estaba totalmente muerto y nosotros hemos estado escarbando y escarbando como otras disciplinas que en su momento empezaron, pero bueno, al final de cuentas como atletas no nos metemos en cuestiones administrativas. Fue una noticia triste por el sueño que tenía de ganar una medalla, a la mejor no la ganaba en un campeonato mundial, pero resulta que en los Olímpicos damos el extra ¿no?, entonces ¿por qué decir éste sí y éste no?”, comentó Valenzuela.
El secretario general y comunicaciones del Comité Paralímpico Mexicano, Sergio Durand, comentó al respecto que si bien estos dos atletas no acudieron a Río de Janeiro 2016 fue por otras razones y no por falta de apoyos económicos.
“Sobre el Mundial de ciclismo en Italia se trató de una competencia de pista y nosotros no tenemos un solo corredor para velódromo. Esto estaba supeditado a que fuera un atleta a participar en esa competencia para que nos otorgaran un lugar de la rama varonil, pero no tenemos ni un solo atleta de velódromo y preparar un atleta con poco tiempo fue imposible”.
“Sobre Mario Santillán, a él le cambiaron las clasificaciones en atletismo. Se le ofreció un lugar en la selección de triatlón, incluso se le regaló una bicicleta, pero creo que la natación no se le dio”, arguyó el directivo quien por cierto dijo que se esperan por lo menos 12 medallas en los Paralímpicos, y tienen basadas sus esperanzas en natación, atletismo, powerlifting y judo, y por ahí el triatlón.
Pero Marisol Ponciano, entrenadora del equipo de paraciclismo, dijo que el hecho de no tener a un ciclista de pista para ir a Italia no era un impedimento para conseguir el boleto en la disciplina.
“La UCI mandó un comunicado en el que notificaba que teníamos que asistir al campeonato mundial de pista en Italia para asignarnos las plazas de México porque ya habíamos acumulado puntos en eventos anteriores”.
“Pero el argumento de las autoridades fue que por falta de apoyo no nos iban a llevar a dicho mundial, que preferían apoyar a otras disciplinas que iban a dar medallas seguras, que no gastarían 100 mil pesos en una disciplina que no aseguraba nada”.
“No había necesidad de ganar el ciclismo de pista, con sólo presentarnos era suficiente, ya con eso hubiéramos tenido estos meses para preparar a alguien”, contó la entrenadora.
Así que la opción para Mario y Aureliano fue cambiar de disciplina y seguir demostrando que estaban hechos para el deporte. Entonces conocieron al coach Guillermo González del grupo Tritones Esmeralda, quien fue un gran apoyo para comenzar en el duatlón.
Con meses de conocerse comenzaron a entrenar con la mira puesta en el Mundial de Duatlón de Avilés, España, que se llevó a cabo los días 3, 4 y 5 de junio y los resultados fueron sorprendentes.
“Mario se acercó a mí para solicitarme apoyo y con mucho gusto acepté, le pregunté si quería ir al mundial de duatlón, me contestó que sí y entonces le dije: vamos, busquemos, movámonos. Me contactó con Aureliano Valenzuela quien me habló y me dijo que lo único que sabía hacer era la bicicleta. A partir de ese día en la noche le empecé a mandar sus entrenamientos y lo realizaron al pie de la letra”, contó el entrenador.
Y con tan sólo tres meses de preparación, fueron a Avilés a ganar, Aureliano fue medalla de oro en la prueba PT3 Élite y Mario Plata en PT4.
“¡Vaya sorpresa!, resulta que incursionó en el duatlón y ¡pum!, soy campeón mundial y Mario segundo en su categoría. Yo creo que si nos hubiéramos preparado desde hace un año en el triatlón nosotros hubiéramos estado en la primera plana porque lo que hicimos en el mundial Mario y yo lo pudimos haber hecho el doble en Río de Janeiro” afirmó Aureliano.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, para asistir a esa justa, los atletas y el entrenador tuvieron que buscar recursos por su parte para poder viajar, los uniformes los compraron ellos y usaron sus propios aditamentos porque ya los tenían.
“Logísticamente el único que nos dio apoyo fue Israel Briseño de Paratriatlón, él nos apoyó en la parte administrativa para clasificar, apuntarnos y mandarnos, pero apoyos económicos, ni un peso. La realidad es que no somos una prioridad. El viaje lo conseguimos gracias al apoyo de una empresa que se llamaFixe y Xefi y a Cooperativa Pemex, sin ellos no hubiera sido posible”, reveló el entrenador Guillermo.
Y de acuerdo a Briseño, no hubo un apoyo económico para mandar a esta pequeña delegación a España debido a que el duatlón no es deporte olímpico.
“Los recursos no se otorgan directamente sólo por participar, en este caso en particular fue que el duatlón no es deporte olímpico, entonces los recursos que tenemos como Federación no los podemos destinar a esa disciplina”, argumentó el federativo.
La promesa por parte de las autoridades fue que de conseguir podio, les sería reembolsado el dinero que gastaron por el viaje, trámite que no se ha llevado a cabo.
Mientras tanto las ilusiones de Mario y Aureliano no se desvanecen, están dispuestos a aguantar otro ciclo olímpico para poder ir a Tokio 2020 como triatletas.
“Cuando cambié de prueba me sentí mal pero con el tiempo vas asimilando la idea, ahora lo que me queda es seguir luchando como siempre lo he hecho, trabajar como siempre. Si ya logré una vez llegar a los podios olímpicos, lo voy a volver a hacer, pero se requiere tiempo, las medallas no se ganan con un mes, ni dos, se necesitan ciclos, es decir cuatro años para que un deportista pueda ganar y estoy dispuesto a hacerlo”, concluyó Santillán.
“La discapacidad física no existe, la discapacidad es mental”, se despidió Aureliano.
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