Andy Murray derrotó a Roberto Bautista Agut por 7-6 (1), 6-1 el domingo en la final del Masters de Shanghái, para conseguir su segundo título en dos semanas y el sexto en lo que apunta a ser su mejor temporada en el tour.
Bautista Agut, con poderosos reveses y ángulos cerrados puso en dificultades al británico en el primer set y lo forzó a cometer errores.
Al sacar para el set con ventaja 5-4, Murray pareció distraído por los movimientos en las tribunas y desperdició tres set points hasta que el español igualó. Pero durante el tiebreaker Murray se asentó, y terminó el segundo set en apenas 31 minutos.
Murray, segundo preclasificado del certamen, cometió 16 errores no forzados en el primer set, pero solo tres en el segundo.
Bautista Agut, 15to favorito, venció sorpresivamente a Novak Djokovic en semifinales, pero la lucha por el título resultó más difícil: ningún jugador fuera del top ten ha vencido a los dos primeros del escalafón en el mismo torneo desde que el argentino David Nalbandian eliminó a Roger Federer y Rafael Nadal para ganar el Masters de París en 2007.
Además, nadie está jugando mejor que Murray por ahora.
Después de coronarse en Wimbledon y de conseguir la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el escocés no ha aflojado el paso en el último trimestre. No ha perdido un set en sus últimos 10 encuentros en Asia. Ganó títulos consecutivos, en el Abierto de China y en Shanghai.
Asimismo, su victoria del domingo le permitió llegar a 65, la cifra más alta de la Gira de la ATP en la temporada. Se echó a la bolsa su sexto trofeo, con lo que empató la mejor marca de su carrera.
Federer está lesionado, Nadal trata de recuperar la confianza y Djokovic resiente el desgaste de la temporada. En estas condiciones, Murray se ha constituido como la potencia actual en este deporte.
Murray atribuye su mejoría a la decisión de incorporar nuevamente a Ivan Lendl en su equipo de entrenadores. Además, la victoria en Wimbledon tras varios duros tropiezos en finales del Grand Slam habría dado al británico la confianza de pelear por los cetros otra vez.
«Realmente, desde el Abierto de Francia, he jugado los mejores tres meses de tenis en mi carrera», aseveró.
La meta que parece a su alcance es el primer puesto del ranking. Sería difícil rebasar a Djokovic este año, pero Murray está ansioso ya por el comienzo de la próxima campaña.
«Trataré de finalizar el año de la mejor manera posible. Y en la próxima temporada, ahí está la oportunidad de ser el número uno. Lo intentaré», dijo. «Será algo difícil de conseguir, estoy consciente de eso».
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