Atrás quedaron los días en que se ponía los zapatos de futbol para saltar al césped. Ahora, recibe de manos de Gustavo Guzmán un saco que lleva un pequeño pin con el escudo del Atlas. Se lo pone de manera simbólica: así toma el puesto de presidente deportivo. Y de inmediato, Rafael Márquez sueña con ver al equipo que lo vio nacer convertido en una especie de Barcelona.
“Espero que como directivo tenga los mismos éxitos que tuve como futbolista, es una gran responsabilidad y compromisos que asumo con plena confianza de que puedo tener resultados positivos. Tomará tiempo, no va a ser de la noche a la mañana. Es un proyecto en el que pretendo estar un tiempo importante para conseguir cosas importantes. Gracias a Gustavo Guzmán por tenerme confianza y a Grupo Salinas, esperando tener una etapa llena de muchas alegrías”, señaló al abrir su discurso.
Hace poco más de un mes, jugó con la Selección Mexicana su último partido como futbolista. Tras la eliminación ante Brasil, en octavos de final de Rusia 2018, puso fin a una brillante carrera. Ahora, inicia el camino como dirigente y de entrada visualiza al Atlas con condiciones similares al Barcelona, club en el que triunfó.
“De las experiencias que viví en mi carrera tratar de poder exprimir todo eso y en un perfil obviamente digamos tipo Barcelona que es donde más aprendí y mas tuve conocimientos, que también se asemeja un poco al estilo del ADN que tiene el Atlas: el juego dinámico, juego bonito, juego ofensivo”, señaló el presidente deportivo de los Zorros.
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“Sobre todo queremos reforzar, porque hoy tenemos un entrenador de casa que tiene ese ADN, pero hay que reforzarlo, trabajar para mejorar día con día. Lo que es fuerzas básicas también tratar de que los jugadores vayan aprendiendo y teniendo estos valores, cualidades tácticas-técnicas para seguir su desarrollo y que mañana sean referentes en el futbol mexicano y por qué no, en el futbol mundial”, agregó.
Detalló enseguida que su gestión se caracterizará por la mano dura con quienes estén a su alrededor. “La afición ha tenido muchísima paciencia, llevamos muchísimo tiempo sin tener alegrías. En mi gestión lo que puedo prometerles es lo que hice como futbolista: exigir desde la persona que está en la entrada, quien cuida el campo, quien limpia los baños, quien está en oficina. Toda persona bajo mi mando exigirle el 100 por ciento diario, que sienta también los colores, que tenga el sentimiento rojinegro y que me den todos el máximo de su esfuerzo cada día para tener un equipo lo mejor posible”, afirmó.
Atlas lleva 67 años sin ser campeón de Liga y sabe que la exigencia será máxima. “Se entiende el enojo, me considero parte de, pues durante mucho tiempo no hemos podido siquiera tener un título de Copa. Tiempo no hay, con lo que hay debemos luchar por conseguir mejores resultados, mientras más pase el tiempo y más podamos trabajar en conjunto, los resultados también mejoraran. No te digo que no me voy a equivocar, porque somos seres humanos y nos podemos equivocar al tomar decisiones. La experiencia nos ayudará a tomar mejores decisiones. Entonces, no prometo no equivocarme, pero lo que sí prometo es que primero yo me exigiré al máximo para estar 24 horas en lo que es hoy mi puesto como presidente deportivo y así poder exigir a todos los que me toca hoy dirigir”, finalizó Rafael Márquez.