Una tremenda polémica ha generado el dueño del club Virtus Vicenza de la Serie C de Italia, tras sustituir a sus habituales “recoge balones” por chicas adolescentes en pantalones cortos playeras con tirantes.
Dicho acto ha sido considerado en ese país europeo como “machista” por exponer de esa manera a las chicas.
Pero el mandamás del club, Renzo Rosso, que además es dueño también de la marca de ropa Diesel, se ha justificado diciendo que es «una iniciativa para colaborar con la visibilidad del deporte femenino», y es que se trata de las jugadora del equipo sub 16 del club de voleibol Anthea Vicenza Volley.
El equipo de voli fijó su postura respecto a la iniciativa a través de un comunicado donde informan que están «decepcionados por la exposición mediática excesiva y convecidos de la bondad de la iniciativa cuyo espíritu no es otro que promover los lazos entre dos disciplinas alejadas por su tipología de juego y su afición. En caso de repetir la colaboración lo haremos de una forma que tenga en cuenta las sensibilidades de todos los aficionados».
Ante la andanada de críticas, el Virtus Vicenza tuvo que disculpares y dijo que «no pretendía herir sensibilidades ni exponer a las chicas a críticas inmerecidas», escudándose de forma sorprendente en que «la ropa usada por las chicas es la utilizada habitualmente en la vida cotidiana de los adolescentes» y echando balones fuera asegurando que toda la polémica estalló «por una foto tomada desde las gradas que se volvió viral en las redes sociales».
La foto a la que se refiere el comunicado muestra a una de las jugadoras de espaldas con el texto «Gracias presidente Renzo Rosso».
El partido de la polémica tuvo lugar el pasado 16 de septiembre y el club del Veneto no ha vuelto a jugar en casa aunque advierten que «tomaremos nota de las reacciones suscitadas de cara a futuros partidos con el objetivo de que el deporte sirva para unir y no para dividir».
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