El día del estreno de Eden Hazard en el fútbol español, en el primer triunfo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, y de la primera derrota del Atlético de Madrid, un niño de 16 años llamado Ansu Fati maravilló al mundo entero y alejó las dudas del Barcelona a costa de un Valencia en estado de shock.
Juega en el Camp Nou como si lo hiciese en la calle con un grupo de amigos. El descaro de la juventud de un niño que revoluciona un equipo de millones de euros. Su primera titularidad en Barcelona y le bastó un minuto y 50 segundos para convertirse en el goleador más joven de la historia del club azulgrana en su estadio. Poco después inventó el segundo con un recorte a Garay y asistencia.
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Ha nacido una nueva estrella en la Ciudad Condal. Ansu Fati debería estar jugando entre juveniles y ya se lleva todo el brillo que buscaba protagonista mientras Leo Messi ve los partidos desde la grada. En el Santiago Bernabéu asistieron a los primeros minutos de su nuevo referente, Hazard. Saliendo desde el banquillo para mostrar en varias pinceladas su verticalidad, una conducción exquisita con el balón cosido al pie y reclamando el liderazgo en cuanto mejore un estado de forma corto.