Nick Kyrgios se llevó un buen susto, luego del choque automovilístico que sufrió junto a uno de sus amigos, en donde, por fortuna, ambos salieron ilesos, pues todo quedó en lo material.
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El tenista australiano viajaba con un amigo en su Dodge Challenger SRT Demon, auto valorado en 200 mil euros; el piloto perdió el control del vehículo y se estamparon contra un poste, ninguno sufrió herida alguna, pues el impacto quedó únicamente en el coche.
Kyrgios no solo levanta polémica en una cancha de tenis, sino hasta fuera de ella, ya que al estar el automóvil a su nombre, tuvo que declarar ante la policía australiana.
El tenista no volverá a jugar en lo que resta del 2019, pues las lesiones no lo han dejado en paz, razón por la que decidió presentarse en los respectivos torneos hasta el próximo año, en busca de escalar lugares en el ranking de la ATP, donde actualmente ocupa el peldaño número 28.
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