Se acaba sueño de Rayados en Mundial de Clubes

Aquella frase trillada de jugamos «como nunca y perdimos como siempre«, esta vez no aplica. Monterrey dio la muestra más digna de lo que significa competitividad en un Mundial de Clubes, luego de caer 2-1 ante el campeón de Europa, el Liverpool, dentro de las semifinales del Mundial de Clubes. Ahora disputarán el duelo por el tercer lugar contra el Al Hilal de Arabia Saudita.

Pero La Pandilla se va con la frente en alto, porque representó de la mejor forma a la Concacaf y al futbol mexicano, sin prejuicios, sin temor de la derrota y con el hambre de un triunfo que en muchos lapsos del partido estuvo cerca de conseguir.

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Puso a temblar en más de una ocasión al guardameta Allison Becker, por mucho que los Reds llegaron con cartel de favorito, y los regios lo hicieron con una estrategia bien definida: no yendo desbocados al frente y asegurando en todo momento la zona defensiva, sin arriesgar nada que facilitara el paso del equipo inglés.

Aunque Liverpool se fue al frente con el tanto de Keita, Rayados jamás perdió la mira del objetivo, porque dos minutos más tarde igualó la pizarra con el gol 100 de Rogelio Funes Mori que lo colocó como el segundo máximo anotador en la historia de la escuadra regia, pues en el primer sitio se ubica Humberto el ‘Chupete’ Suazo con 121 tantos.

El equipo de Mohamed tuvo dos opciones claras para irse al frente en la pizarra, pero entre los azares del destino y los manotazos salvadores de Becker, la suerte se volvía cada vez más caprichosa.

Liverpool lució por momentos aletargado, sin esa claridad que podría percibirse entre dos equipos de mundos distintos, los Reds carecieron de esa dosis de talento y jugaron esperando que una individualidad les diera frutos.

En los minutos finales apareció Firmino en el área aprovechando el único error grave que cometió la zaga rayada en la segunda parte, con lo que el sueño de la final en el Mundial de Clubes terminó para Monterrey; sin embargo la imagen del equipo deja un sabor no tan amargo, porque enfrentaron con gallardía una prueba de fuego y porque pusieron en predicamento al que se podría decir, es el mejor equipo del mundo, al menos por ahora.

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