Pudo haber sido CR28, quizá no por tanto tiempo, pero al menos esa era la intención. Finalmente, Cristiano Ronaldo se convirtió en CR7. Todo gracias a Sir Alex Ferguson.
El portugués, que cumplió esta semana 35 años, comenzó su carrera en su país con el Sporting Lisboa. Manchester United se fijó en el muchacho desgarbado, veloz, de cabellos ensortijados y “medio loco”, para hacerse con sus servicios.
La salida de David Beckham en 2003 le restaba peso al club por las bandas, y ese muchacho portugués podría dárselo.
Ferguson y la camiseta de Cristiano Ronaldo
La anécdota la cuenta el autor Michael Part en su biografía de Cristiano Ronaldo, subtitulada Su asombrosa historia.
Ferguson, el escocés que le dio al Manchester United el estatus global con el que cuenta en la actualidad, llamó a su oficina a Cristiano Ronaldo. El entrenador estaba acompañado por su asistente, el hoy DT de Colombia, Carlos Queiroz.
“Necesitamos un número para ti”, le dijo Ferguson a “Chris”, como lo nombró.
“Ah, el número. El número de la camiseta. ¿Hay algún problema si uso el 28? Es mi antiguo número en el Sporting”, respondió el de Funchal.
“Teníamos en mente un número un poco más bajo”. Ferguson sacó una camiseta, la colocó encima de su escritorio y Cristiano la tomó.
Llevaba el dorsal 7 y su nombre, Ronaldo.
“¡El 7! ¡Pero si es el número de Beckham!”, respondió Cristiano.
“Y el de Berry, y el de Best, el de Coppell, el de Robson y el de Cantona. Y ahora es el tuyo. No lo estarás rechazando, ¿verdad?”, ripostó el escocés.
“¡No señor! No estoy tan loco como todos dicen”, fue la frase de Cristiano para darle el sí a su número.
El resto es historia.
Uno de los grandes en el Manchester United
Cristiano Ronaldo jugó 292 partidos, con 118 goles anotados y 61 asistencias en su carrera con el Manchester United, con el que debutó en 2003, jugando hasta 2009.
Ganó diez títulos con los Red Devils, incluyendo una Champions League y tres Premier League, además de su primer Balón de Oro y un Fifa World Player.
Luego se iría al Real Madrid, donde se convirtió en una leyenda.
