Marco Antonio Barrera es uno de los mejores boxeadores en la historia del pugilismo mexicano. Campeón en tres categorías diferentes Marco protagonizó guerras arriba del ring a finales de los años 90 y principios de los 2000.
Pero quizá uno de sus combates más memorables fue el que estelarizó el 7 de abril de 2001 cuando decidió subir a la categoría de peso pluma para retar al campeón invicto Naseem Hamed “The Prince”.
Luego de sufrir dos dolorosas derrotas ante Junior Jones y después frente a Érik “Terrible” Morales, parecía que la carrera de Barrera venía a la baja, pero ante Hamed resurgió como los grandes.
La cita fue la ya mencionada fecha del 7 de abril de 2001 en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada. Hamed era favorito en las apuestas 3 a 1 debido a su marca invicta de 35-0 por lo que previo y durante la pelea, fanfarroneó de más.
Marco Barrera se preparó como nunca para esa pelea y subió al ring muy concentrado, evitando en todo momento la potente zurda del británico.
Barrera fue paciente y conectó certeros golpes que hacían tambalear a Naseem. En el round 12 Hamed seguía buscando el golpe de nocaut y lanza un violento golpe que Barrera esquivó pero aprovechó la oportunidad para tomarlo por detrás y azotarlo contra la esquina, lo que restó un punto al mexicano.
En última instancia, Barrera fue más versátil y tiró combinaciones más precisas obligando a Hamed a lanzar golpes de poder mal dirigidos. Tiempo más tarde Naseem reveló en una entrevista, que en realidad se había fracturado la mano izquierda durante el combate.
El propósito de no mencionarlo posteriormente fue porque según Hamed «no quería quitarle nada a Barrera«. Hamed y Barrera son amigos hasta el día de hoy.